El Gobierno francés, presidido por Enmanuel Macron, ha publicado este jueves un informe en el que se incluye 36 medidas en el marco de su reforma del mercado laboral, entre las que destaca dar una mayor poder a las empresas y reducir las indemnizaciones por despido.
En este sentido, desde el Palacio del Elíseo justifican en sus propuestas dar mayor flexibilidad a las empresas en cuanto a la adaptación de la remuneración y horas de trabajo a las condiciones del mercado laboral. Los decretos otorgan a las empresas más poder para adaptar el horario laboral y el salario a las condiciones del mercado a partir de acuerdos alcanzados por una mayoría simple entre empresarios y trabajadores.
Francia, la segunda economía más grande de la UE, cuenta con una tasa de desempleo del 9,5%, el doble que la que presentan otros países de los Veintiocho, mientras que Macron se ha comprometido a reducirla hasta el 7% de cara a 2022.Durante décadas, gobiernos de izquierda y derecha han tratado de reformar las estrictas normas laborales de Francia, pero siempre las han diluido ante las protestas callejeras.
La ministra de Trabajo, Muriel Penicaud, describió la reforma como «una transformación de las normas laborales a una escala sin precedentes».
A pesar de que Macron cuenta ya con el respaldo del parlamento, los sindicatos consideran esta reforma laboral como «decepcionante». De hecho, el sindicato CGT de Francia confirmó que seguirá adelante con su plan de organizar una manifestación de protesta el próximo 12 de septiembre.
La mayoría de sindicatos de clase Franceses hacen un llamamiento a los trabajadores que se movilicen, como parte de la movilización interprofesional unificada del 12 de septiembre, en la huelga y en la calle.
Para nuestros compañeros y hermanos sindicales franceses de CNT-SO: “La CNT Solidarité Ouvrière pide a otros sindicatos que se movilicen masivamente en la huelga y las manifestaciones unitarias del 12 de septiembre contra la política «social» del gobierno. Como era de esperar, el Campo de Trabajo sigue brindando y el gobierno lanza su programa de clases para servir a los intereses de los más ricos y del campo de ganancias. Sólo el equilibrio colectivo del poder puede vencer esta política: ¡seamos numerosos en la calle!.
Nuestros ancianos lucharon, con el movimiento obrero, para ganar todas las conquistas sociales que ahora se desentrañaban. Como ellos, sólo podemos contar con nosotros mismos y nuestras luchas. Romper nuestros derechos no es inevitable! Reducir el tiempo de trabajo, aumentar los salarios, compartir el trabajo y la riqueza, trabajar de manera diferente, es posible, todo es una cuestión de equilibrio de poder!.
Más que nunca, necesitamos sindicatos fuertes y combativos para defendernos, ganar nuevos derechos y llevar a cabo colectivamente el proyecto de otra sociedad!».