- Medio millar de personas trabajadoras han fallecido en accidente de trabajo hasta agosto, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
- Entre enero y agosto de 2024, se han registrado 40 muertes más en el trabajo que en 2023, con la siniestralidad como la medida laboral abandonada.
Casi 500 personas trabajadoras han muerto durante los ocho primeros meses de 2024, son 40 personas más que las fallecidas en el mismo periodo del año anterior. Han muerto en accidente de trabajo, en jornada o in itinere, 498 personas. Esto supone más de 2 personas al día, 2,04. Una macabra tasa que va en aumento y que debería poner de una vez sobre la mesa y como punto prioritario en los debates políticos y sociales la alarmante siniestralidad laboral que padece nuestro país.
La mortalidad por accidente de trabajo ha tomado una senda ascendente que parece no tener freno. Los mecanismos preventivos están fallando. Observamos cómo repuntan las muertes en accidentes de trabajo, destacando el aumento del 31,3% en las muertes por caídas, así como en los choques contra objetos, además las muertes por atrapamientos, aplastamientos y amputaciones aumentan en un 12,7%, por otro lado, las causadas por infartos y derrames cerebrales se incrementan en un 2,4%. Siendo estas últimas la primera causa de muerte en accidente de trabajo con 173.
En total, son 40 muertos más que de enero a agosto de 2024, un aumento del 8 % en la mortalidad laboral. Separando según fueran o no en jornada, aumentaron 31 las muertes en ella y 9, las que ocurrieron in itinere.
No solo crecieron los accidentes mortales, sino también los accidentes con baja. En estos ocho meses, se registraron 412.735, un 0,2 % más que en 2023. De ellos, 356.275 se produjeron en jornada laboral y 56.460, in itinere. De hecho, fueron estos últimos los que hicieron subir la estadística, ya que en jornada se redujeron levemente.
No obstante, entre los accidentes con baja en jornada laboral, aumentaron los mortales y también los graves. Es decir, hubo un 0,3 % menos que en 2023, pero 31 muertes más y 4 accidentes graves más. En total, 2.468 accidentes graves en jornada.
Desagregando los accidentes con baja y mortales por sexo, los hombres salen mucho peor parados. Del total de 404 muertes laborales en jornada, 376 fueron de hombres. Y, en jornada, sufrieron el 71 %.
Esto está muy relacionado con los sectores que más siniestralidad registran, analizados más abajo y copados tradicionalmente por los hombres. Sectores donde la siniestralidad es, además, más evidente de cara a las estadísticas, por tratarse de accidentes físicos, que no pueden ser obviados ni tienden a la infradeclaración.
Si observamos los accidentes de trabajo con baja en función de la actividad económica, vemos que la tendencia habitual no varía. Así, aparece en primer lugar la industria manufacturera, con 63.308; seguida por la construcción, con 54.095. Cierra los tres sectores más afectados el comercio y la reparación de vehículos, con 47.455.
En cambio, si evaluamos los AT mortales, la lista estaría encabezada por la construcción, con 93 trabajadores fallecidos. Tras ella, vendría el transporte y almacenamiento, con 87, y la industria manufacturera, con 53.
Si analizamos la siniestralidad por territorio, los AT con baja en jornada se concentran principalmente en Andalucía, con 59.801. Después, en Cataluña, con 58.572; y, en tercera posición, en la Comunidad de Madrid, con 46.941. En cuanto al numero de fallecidos, la lista estaría conformada por Andalucía con 70, Cataluña con 49 y la Comunidad Valenciana con 45.
Estas causas son prevenibles, por lo que es vital que las empresas cumplan con la legislación en materia preventiva, y es que, cada día 2 personas trabajadoras mueren en accidente de trabajo. Para CGT estos datos demuestran que se continúa incumpliendo la normativa en materia de prevención de riesgos laborales por parte de las empresas o que, si se cumple, es únicamente de manera testimonial, con el objetivo de evitar multas.