Ayer el Banco de España publicó la Encuesta Financiera de las Familias (EFF), que contiene información sobre las rentas, la riqueza, el gasto y la deuda de los hogares españoles en 2022. Sus resultados reflejan el deterioro de la riqueza y la renta de una parte significativa de los hogares españoles, al tiempo que otra parte ve aumentar sus ingresos y su riqueza. Esta polarización queda ligeramente opacada por la reducción de la desigualdad de riqueza que reflejan algunos indicadores, y que se debe a la pérdida de valor de determinados activos financieros en 2022, poseídos en una proporción mucho mayor por los hogares más ricos.
Desigualdad
La EFF muestra una disminución de la desigualdad de riqueza medida con algunos indicadores. La proporción entre la riqueza que posee el percentil 80 y el percentil 20 pasa de 26,4% al 22%, y la riqueza que posee el 10% más rico de los hogares desciende del 54,3% de la riqueza neta total en 2020 al 52,7% en 2022. Sin embargo, este descenso hay que cogerlo con pinzas, pues se debe a la caída del valor de determinados activos financieros durante 2022 (acciones, fondos de inversión y otros instrumentos financieros), que tienen un peso más pronunciado en la riqueza total de los hogares más ricos, y cuyo valor se ha recuperado progresivamente desde entonces.
Es más, a pesar de esa disminución, los niveles de desigualdad siguen siendo muy graves: el 1% más rico concentra el 19,4% de la riqueza total neta, mientras que el 50% más pobre de los hogares posee únicamente el 7,4% (y estos datos toman únicamente en consideración la riqueza “declarada” que poseen los hogares, dejando fuera toda la riqueza que tienen los más ricos oculta en estructuras opacas y paraísos fiscales).
Empeoramiento de la renta y riqueza para los percentiles con menores ingresos, mientras que los percentiles más ricos ven aumentar su renta y su riqueza
En el periodo 2020-2022 (2019-2021 para las rentas), la mediana de renta para el conjunto de los hogares aumentó un 1,1%, y la mediana de la riqueza un 3,7%. Sin embargo, al profundizar en la evolución de los distintos grupos de renta, se distinguen dinámicas muy diferentes.
Si ordenamos al conjunto de los hogares según su renta y los dividimos en 100 grupos, los 20 primeros (aquellos con menor renta) experimentaron un crecimiento prácticamente nulo, y los 20 siguientes vieron retroceder su renta un 0,6%. Por el contrario, la renta mediana de los percentiles más altos creció marcadamente, hasta un 11,2% entre los percentiles 90-100.
Respecto a la evolución de la riqueza, se observa con claridad como los sectores más pobres han visto su situación deteriorase, mientras que los más ricos han seguido incrementando su riqueza. A este respecto, hemos comparado la riqueza actual de distintos grupos de renta con su riqueza hace 20 años, hace 8 años (en el peor momento de la crisis) y hace 2 años, con la pandemia. Desde 2002, el 20% con menor renta ha perdido un 48% de su riqueza, mientras que el 10% con mayor renta la ha aumentado un 52%.
Empobrecimiento de la juventud
Por último, si analizamos la evolución de los hogares por grupos de edad, aquellos cuya cabeza de familia es más joven ven deteriorarse sus rentas y su riqueza: en los últimos dos años analizados, los hogares con cabeza de familia menor de 35 años han reducido su renta real mediana un 8% y su riqueza neta mediana un 25,9%.
Esta dinámica se aprecia también en el régimen de tenencia de la vivienda principal. El alto porcentaje de hogares propietarios de su vivienda principal, una característica estructural de la economía española en las décadas pasadas parece estar socavándose progresivamente, especialmente entre los más jóvenes.