¿Alguien se ha preocupado de mirar sin prejuicios y sin anteojeras ideológicas los carteles de CGT?
Desde la Sección Sindical de CGT, con el respaldo de su Comité Confederal del País Valenciano, queremos manifestar nuestra tristeza ante el comportamiento de algunos profesionales del periodismo que, con su falta de objetividad, hacen un flaco favor a este digno y arriesgado oficio. Por ello, volvemos a recalcar que la intención de nuestra campaña gráfica (en la que utilizamos una foto de una persona con una bolsa de plástico colocada en la cabeza, como media España debe haber visto ya) simplemente era ir explicando, mediante sucesivos carteles y comunicados a la plantilla, la asfixia que está provocando a los trabajadores la firma por parte de los sindicatos mayoritarios, tanto a nivel nacional como a nivel interno, de acuerdos que recortan constantemente derechos que en esta fábrica costó años de lucha conseguir.
Acuerdos que han supuesto, entre otros, la obligatoriedad de realizar horas extraordinarias, el cambio de días de producción entre semana por sábados, la eliminación del servicio de comedores para la mayoría de los trabajadores de producción, la implantación de la doble escala salarial y el aumento de la edad de jubilación.
Es curioso que gente que hace unos días se rasgaba las vestiduras defendiendo la libertad de expresión de la revista Charlie Hebdo, ahora niegue a CGT su derecho a diseñar una campaña que, por lo comprobado en la fábrica y en las redes sociales, únicamente ha ofendido a los responsable de Recursos Humanos y a ciertos liberados sindicales que nunca se han escandalizado por las muchas lesiones y enfermedades profesionales que provocan los elevados ritmos de trabajo en la fábrica, por la persecución al sindicalismo que no se doblega a las constantes exigencias de recortes a los derechos de la plantilla ni por las represalias a los trabajadores que no se quieren afiliar al sindicato de la empresa.
Como ya recordaba no hace mucho el veterano periodista Ferrán Belda en un digno y valiente artículo, Ford ya ha sido (y en eso también es pionera en España) condenada por los tribunales por discriminación y persecución sindical continuadas contra CGT y sus afiliados, a los que se mandaba con mayor frecuencia a los ERE y a los que se negaba la promoción profesional a categorías superiores, sencillamente por su afiliación sindical. De todo esto se ha informado puntualmente a los medios de comunicación, pero lamentablemente muchos de ellos han preferido apostar por las loas constantes al sindicalismo protegido por la empresa, presentando cualquier inversión o subida de las ventas como obra particular de esos famosos líderes sindicales que, si en algo destacan, es por el elevado número de familiares que han colocado en la Ford.
Lo que sorprende mucho es que sabiéndose en toda la provincia que para entrar en Ford hay que hacerse el carnet de un único sindicato (salpicado, para más señas, por los numerosos casos de corruptelas en Bankia, ERE de Andalucía, Formación, etc.) aún haya presuntos analistas que vean con normalidad esta situación tan extraña que se da en Almussafes: un 85% de trabajadores afiliados a un solo sindicato, cuando lo media nacional de este sindicato no debe llegar ni al 5%, y que tampoco les llame la atención que una empresa que tiene como uno de sus principales objetivos para aumentar su competitividad la reducción de costes, gaste más de un millón de euros al año en pagar el sueldo de los casi cuarenta liberados del mismo sindicato, y no pretenda sacar una rentabilidad a ese dinero. Todo lo ven normal; como han visto normal que siendo CGT un sindicato minoritario en Ford se haya llevado el 100% de las sanciones y despidos aplicados a sindicalistas en los últimos 15 años. Éstos también son datos que se pueden comprobar. Como se puede comprobar el número de familiares directos que tiene cada uno de los delegados (de 0 a 5 o 6, o incluso más). Ya podemos suponer quiénes son los de cero y cuáles los de la media docena.
Como puede verse hay un emocionante trabajo de investigación periodística por hacer, pero parece que es mucho menos arriesgado “cortar y pegar” las endebles acusaciones de la dirección de Ford contra CGT y así contribuir a que los trabajadores sigan en silencio ante la opresión que viven.
Aunque estamos seguros de que todo el mundo ha entendido cuál es el mensaje del cartel atacado por RR.HH. de Ford, adjuntamos el que corresponde a la siguiente fase, y en el que ya se van incluyendo nuestras críticas y propuestas ente la elecciones en las que se deberían garantizar por la empresa y sus colaboradores la libertad de voto de los trabajadores y la igualdad de oportunidades y medios a todos los sindicatos que concurrimos a las mismas.