Estimados Señores, LES FELICITAMOS, NOS FELICITAMOS, POR LA PUESTA EN MARCHA DE LA LÍNEA CASTELLÓ-VINARÒS, una antigua reivindicación de muchos colectivos sociales, que vertebrará verdaderamente las comarcas costeras de Castelló de la Plana, de una manera social, frente a la vorágine del “todo AVE”.
También, por supuesto, nos congratulamos de la reciente inauguración de la línea de cercanías entre Alacant y Villena. Aunque recordando, eso sí, que llevaba más de 12 años sin servicio, en concreto, desde que se iniciaron en paralelo las obras del AVE a Alacant, y que, incluso ahora, varias de aquellas estaciones todavía han quedado sin servicio.
En los últimos años, las cercanías de Valencia, y las de toda la Comunitat Valenciana, han perdido casi diez millones de viajeros y viajeras anuales, sobre todo, por el deterioro del servicio.
Las obras del Corredor Mediterráneo, entre Valencia y Castelló, han sido la principal causa de la pérdida de usuarias en esa línea, un 47,5%, y que ha visto cómo, en algunos momentos, se reducía el servicio en un 65%, y perdía el 55% de usuarias en los periodos de mayores cortes de circulación. Pero no solo esa circunstancia ha propiciado el terrible deterioro de la red de Cercanías y Media Distancia, las constantes supresiones de servicio, (más de 2000 trenes de Cercanías en 2017, y un número muy similar para 2018), sobre todo debido a la falta de personal y planificación, así como a la poca fiabilidad del material, a causa de su deficiente mantenimiento, también por falta de personal, y la carencia de material ferroviario para cubrir los trenes averiados, ha supuesto un deterioro, y una falta de respeto hacia las personas usuarias inasumible en un servicio público moderno, como el que se pretende ofertar.
Todo ello se ha agravado todavía más, por la falta de inversiones en el ferrocarril convencional de las comarcas valencianas, las únicas inversiones importantes han ido a parar hacia la Alta Velocidad, que utiliza solo un 3% de las personas que usan el tren como medio de transporte. Pero también por decisiones equivocadas, como cortar la línea C3 en Sant Isidre durante 8 años, que impedía llegar a los trenes hasta Valencia Nord, que ha dejado bajo mínimos el número de usuarias de la línea de Bunyol y Utiel, así como los trenes de Media Distancia a Cuenca y Madrid.
La Red de Cercanías de Valencia ha visto como se realizaban obras faraónicas en infraestructuras que no se utilizan, como la vía de ancho internacional entre Xàtiva y València, por la que no ha pasado ni un solo tren en 12 años, o la variante de mercancías a Fuente de San Luis, la salida de la Ford en Almussafes, o la estación Técnica de Fuente de San Luis, sin contar el innecesario tercer carril entre València y Castelló de la Plana, que utiliza solamente un par de trenes AVE, a velocidad más reducida que los convencionales y que condiciona la circulación de los trenes de manera directa e indirecta.
Los dos grandes Planes de Transporte que se anunciaron por diferentes gobiernos, no se han llegado a materializar, y la parte que se ha realizado, no ha beneficiado a las personas usuarias. El futuro del ferrocarril convencional, en València, es por ello, insostenible, y solamente un cambio ambicioso de la política de transporte ferroviario podrá salvar un servicio que utilizan las clases más populares de nuestras comarcas, y que porcentualmente suman el 97% de las personas usuarias.
Pero no todo está perdido, solamente priorizando las inversiones en los aspectos más prácticos y cercanos a las usuarias, sobre todo en la sustitución de material obsoleto, rehabilitación y ampliación de ciertas líneas, (como la C3 hasta Camporrobles, o la C2 a Moixent), o las de Media Distancia Sagunto-Teruel, Xàtiva-Alcoi, València-Cuenca, reestructuración del servicio, horarios y frecuencias, adecuar los trenes para las usuarias con movilidad reducida y bicicletas, y sobre todo la incorporación del personal necesario para garantizar un servicio público de calidad, harían, que este denostado servicio, recuperara la vocación para la que se creó, que es facilitar la movilidad de las zonas urbanas e interurbanas de una manera ágil y sostenible, reduciendo el transporte privado por carretera.
Plataforma de defensa del ferrocarril de CGT