CEAR condena el uso de las cuchillas y exige su retirada de las vallas de Ceuta y Melilla

El uso de las cuchillas atenta contra la integridad física y los derechos humanos de las personas

migrantes y refugiadas, siendo contrario al Estado de Derecho y al Derecho Internacional de Derechos Humanos.
indice-4431CEAR hace un llamamiento para que se tenga en cuenta que gran parte de las personas que tratan de llegar a España por

esta vía, son susceptibles de recibir protección internacional, huyendo de conflictos y de violación de derechos humanos en

sus países de origen.
CEAR condena la instalación de las llamadas concertinas, alambres con cuchillas, en las vallas de

Ceuta y Melilla por considerarla una medida inhumana y contraria al Estado de Derecho por atentar contra la integridad física

y los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas. Además de tratarse de unamedida inútil que no disuadirá de los

saltos a la valla, fruto de la desesperación, y que sólo contribuirá a aumentar el dolor y el sufrimiento de personas

migrantes y refugiadas.

El endurecimiento de las políticas de fronteras en Europa contra la inmigración irregular y el

flujo de personas refugiadas hacia el continente, con el aumento de los dispositivos de vigilancia, control, coerción y

criminalización en detrimento de la protección de los derechos humanos, no han conseguido evitar la llegada de cientos de

personas desesperadas. Al contrario, han aumentado el sufrimiento y los riesgos a que se ven sometidastantas y tantas

personas a las que no queda otra opción que jugarse la vida en el mar o en las vallas huyendo de la violencia, los

conflictos, la miseria y la explotación, como demostró la cercana tragedia de Lampedusa.
Estas cuchillas ya fueron

retiradas en 2007 por el Ministerio del Interior debido a las terribles consecuencias de su uso, pues se constató la gravedad

de las lesiones que producían a las personas que intentaban saltar la valla. En su momento fueron condenadas por el Defensor

del Pueblo y numerosas organizaciones de derechos humanos españolas e internacionales. Hoy 7 años después, vuelven a ser

condenadas por múltiples organizaciones e instituciones, incluido el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa,

NielMuiznieks, para quién la reinstalación de las cuchillas afecta negativamente a los derechos humanos y sólo consiguen

aumentar los peligros que corren las personas migrantes. Esta medida no sólo es contraria a la Convención Europea de Derechos

Humanos por la que vela el Consejo de Europa, sino también contraria a la propia Constitución Española, que en su artículo 15

vela por el derecho a la vida y a la integridad física y moral de las personas, “sin que, en ningún caso, puedan ser

sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes”.

CEAR exige la retirada inmediata de las cuchillas de

las vallas de Ceuta y Melilla, y la aplicación de políticas más humanas y realistas en la gestión de los flujos de personas

migrantes y refugiadas. Las fronteras no pueden ser espacios sin ley ajenos al Estado de Derecho y a la protección de los

derechos humanos, mientras que las políticas de gestión de los flujos migratorios deben cambiar su orientación exclusivamente

coercitiva y disuasoria en favor de medidas más efectivas de cooperación al desarrollo y defensa de los derechos humanos en

los países de tránsito y origen.
Por todos estos motivos CEAR condena que el control de fronteras se realice a costa de

violar los Derechos Humanos.