- Los sindicatos belgas se han propuesto bloquear los envíos de armas contra Palestina a través de los puertos y aeropuertos del país.
Los sindicatos belgas, entre los más fuertes de la UE, se han propuesto paralizar el envío de armamento para Israel a través de sus puertos y aeropuertos. Las organizaciones del transporte han dado indicaciones a sus afiliados de no cargar ni descargar material bélico destino a la guerra contra la población palestina. Una táctica de boicot que la CGT quiere importar a España. “Hacemos un llamamiento a la sociedad civil y a la clase trabajadora en particular que impida el envío de material militar o cualquier forma de colaboración con el Estado de Israel” ha señalado en un comunicado la confederación sindical.
“Nos felicitamos de la iniciativa de los sindicatos belgas de transportistas que pidieron a sus afiliados que se negaran a manipular material militar para Israel y bloquear su envío. También queremos mostrar nuestro apoyo a las personas que en suelo británico están denunciando y bloqueando intereses empresariales de Israel en Reino Unido, así como a las activistas que en todo el mundo están enfrentando su cuerpo frente a la maquinaria de guerra sionista” ha señalado CGT, que pide a sus afiliados que en todos los centros de trabajo se denuncie de manera visible lo que está ocurriendo.
«Pedimos también la colaboración ciudadana con las iniciativas que están enviando ayuda humanitaria a la zona y con las organizaciones de derechos humanos que están trabajando con enormes dificultades desde allí. Tampoco olvidemos que el bloqueo informativo en Gaza está mermando el conocimiento de los acontecimientos, en una clara vulneración del derecho internacional. Por último hacemos un llamamiento al conjunto de las fuerzas sindicales para que pidan a toda su afiliación y militancia la no colaboración con empresas y organismos que estén colaborando con el estado de Israel y su régimen de apartheid. Debemos bloquear la maquinaria de guerra y los intereses comerciales y de todo tipo para parar el genocidio desde nuestros puestos de trabajo.«