A fecha de hoy, a pesar de
las promesas de la contrata ante el Tribunal de Arbitraje Laboral, decenas de trabajadores siguen sin cobrar la paga extra
que tendría que haber sido abonada a mediados de julio. El Comité de Empresa desconvocó una huelga de trabajadores para el
pasado 18 de julio. Hay concentraciones y paros en La Fe de 10h a 10h30 y de 18h30 a 19h.
Desde febrero de 2008, la empresa Esabe Limpiezas es la contrata encargada del mantenimiento y limpieza del hospital La Fe.
Los problemas de incumplimiento con la plantilla han sido constantes, desde falta de equipos de trabajo hasta irregularidades
en las nóminas y en los finiquitos. A todo ello hay que añadir la condición precaria propia del sector (bajos salarios y alto
porcentaje de eventuales para un colectivo formado predominantemente por mujeres) y en los últimos meses, el impago de las
pagas extras y el de los propios salarios.
Olga, delegada de CGT en el Comité de empresa (integrado por CGT, USO y
CCOO) afirma que aprovechan el verano y el mes de vacaciones “para echarnos un pulso. No contentos con la precariedad en las
condiciones de trabajo, ahora se dedican a regatear con las pagas y a pagar con cuentagotas. Prometieron que el día 24 de
julio nos habrían abonado a todos lo que nos corresponde pero no han cumplido mientras que nosotros accedimos a desconvocar
la huelga del 18 de julio”.
“La empresa señala que no hay liquidez porque usaron el dinero de los salarios para
pagar una deuda con la Seguridad Social, por lo que se comprometieron a recurrir a una línea de crédito para los salarios”,
explica Olga. “Pensamos que todo esto se debe a una gestión pésima que nada tiene que ver con nosotros pero que nos están
endilgando sin escrúpulo alguno”.
La Confederació General del Treball llama a los organismos pertinentes a
tomar cartas en el asunto y a no permitir que la gestión privada de lo que es un servicio público, la limpieza e higiene de
centros hospitalarios, continúe dando pingües beneficios a los empresarios, empeorando la calidad del servicio y, sobre todo,
la calidad de vida de los trabajadores en general.