La Federación local de CGT València se ha concentrado y realizado una performance en la Plaza Manises para denunciar las 796 muertes en el trabajo de 2024 (30.000 en los últimos 30 años).
El 28 de abril, es el día mundial de la seguridad y salud en el trabajo, hoy, vamos a realizar una acción para denunciar los accidentes laborales y sus consecuencias entre la clase trabajadora.
En 2024 se produjeron 796 muertes, un 10,4% más que en el año anterior. En los dos primeros meses del 2025 ya han muerto 98 trabajadores y trabajadoras en un total de 91.950 accidentes de trabajo y ya suman 30 mil trabajadoras muertas en los últimos 30 años, unas cifras indecentes de las que son responsables los gobiernos y la patronal. Cientos de miles de personas anualmente, sufren accidentes graves o muy graves y lesiones invalidantes solo por el hecho de ir a trabajar. Según el informe del ministerio de Trabajo y Economía Social también ha habido un aumento significativo de los accidentes laborales in itinere, es decir, en el desplazamiento desde o hacia el puesto de trabajo, con 1.030 accidentes considerados como graves (83 más que en 2023) y 150 mortales (10 más).
También queremos poner de relieve las enfermedades mentales relacionadas con el estrés o la ansiedad derivada del trabajo que realizamos diariamente y que hacen que miles de trabajadores y trabajadoras tengan que medicarse para poder sobrellevar el día a día.
La Ley, el Estatuto de los Trabajadores, Ley de Prevención de Riesgos Laborales, obliga a los empresarios a tutelar la salud y la vida de los millones de personas asalariadas que necesitamos trabajar para poder subsistir. La garantía de la vida, el derecho a la vida y la salud de las personas asalariadas se burla a diario, al condicionar las mismas a la lógica de la eficacia económica, donde son más importantes los beneficios económicos que la vida de las personas trabajadoras convirtiéndonos en meros números, efectos colaterales de un capitalismo salvaje que nos asesina.
Las distintas reformas laborales han ido institucionalizando la precariedad en el mercado laboral. La última, realizada por Yolanda Diaz y respaldada por los sindicatos mayoritarios iba en esa misma dirección, fomentó la aparición de nuevas prácticas contractuales en la figura del “falso fijo” o el “indefinido precario” y encubrió la temporalidad en las contratas y subcontratas. Gran parte de los accidentes mortales y graves, se producen a causa de la precariedad laboral en contratas, subcontratas, externalizaciones, en jóvenes descualificados, a causa del retraso en la edad de jubilación o la carencia de representación sindical en las empresas.
Aquí, en el País Valenciá la siniestralidad laboral ha aumentado considerablemente con respecto a años anteriores, en parte por la nefasta gestión del President de la Generalitat Carlos Mazón durante y después de la Dana. Muchos trabajadores y trabajadoras valencianos se vieron atrapados en sus lugares de trabajo la noche del 29 de octubre o en las carreteras cuando iban o volvían a ellos. Personas que fueron sometidas al estrés y la ansiedad de no saber si iban a sobrevivir. Desgraciadamente, muchos trabajadores y trabajadoras murieron ese día a causa de la vergonzosa gestión de los políticos valencianos y dos trabajadores murieron en días posteriores a la DANA mientras realizaban trabajos en las zonas afectadas.
Desde CGT no vamos a consentir que los datos de siniestralidad laboral sigan aumentando y exigimos medidas inmediatas. No basta con nuevas leyes, porque sabemos que las propias empresas las ignoran sistemáticamente, es necesario más control de las inspecciones de trabajo sobre las empresas, una mayor dotación de efectivos que se traduzca en más rapidez y efectividad en sus actuaciones y unas sanciones más contundentes contra las empresas infractoras.
Pero, sobre todo, es necesario desplegar un mayor control de los trabajadores y trabajadoras sobre la empresa, aumentando la fuerza sindical, que es la única forma de imponer mejoras y garantizar que se cumplen todas las medidas de seguridad. Porque en última instancia, los accidentes responden a una lógica, la del capitalismo, para la que los trabajadores y trabajadoras somos mera fuerza de trabajo a disposición de las empresas, a las que sólo les importa aumentar la rentabilidad, y sin alguien que se lo impida, van a seguir primando sus beneficios sobre nuestras vidas. Porque no somos números, porque con nuestra salud y con nuestra vida no se juega.
Las personas muertas en el trabajo no son muertos,
¡Son Asesinatos!
¡Accidente Laboral, Terrorismo Patronal!
