incluso centros educativos públicos, mientras se amplían los centros privadas pagados con dinero público. Cuanto más
grandes sea la ciudad de la que hablemos, mayor presencia va adquiriendo la educación privada a costa del desprestigio y
desmantelamiento de la educación pública.
Y tal panorama se ve en el proceso de
escolarización de cada año. Aunque la LOE establece aquello de «Centros sostenidos con fondos Públicos» al referirse a las
dos redes de Centros educativos, la verdad es que hay diferencias notables que permiten concluir que la red de centros
públicos, es decir aquellos cuya propiedad no es privada, tiene que superar obstáculos que los distintos gobiernos han
ido poniendo para que mantenga una calidad contrastada de su oferta educativa.
La primera grave dificultad es
la fragmentación del tipo de enseñanzas y centros, que la política educativa ha mantenido en la red de centros públicos. Las
familias escolarizan a sus hijas e hijos en 3 años en unos centros y, a pesar de lo que se predica en teoría, en la
práctica muchas no tienen certeza de que tipo de centro acogerá a sus retoños cuando accedan a la Educación Secundaria
Obligatoria (ESO). Sin embargo en los Centros Concertados que imparten todas las etapas educativas en el mismo recinto
escolar, es decir, desde infantil a Secundaria (incluso Bachillerato), los alumnos no tienen que cambiar de Colegio. En la
Red Pública (¡mentes preclaras quienes lo diseñaron!) hay que cambiar de Centro hasta 3 ó 4 veces, y en ocasiones alejados
unos de otros.
Una gran ventaja de la Red Pública con respecto a la privada es que el acceso del profesorado se
produce de manera “objetiva”, publica, en función de criterios transparentes de méritos y capacidad. En la Red Pública
mediante convocatorias públicas que respetan los principios de publicidad, mérito, capacidad, se llega incluso a “humillar”
al profesorado interino, al que se le exige el «triple salto mortal» para poder seguir trabajando. Sin embargo los
defensores de esa humillación -empresa y la mayoría de los Sindicatos- callan y miran para otro lado sobre cómo accede el
profesorado a la Red Concertada: ni colas, ni papeleo, ni oposiciones..sólo buenas relaciones con los TITULARES de los
Centros y se acabó. Este aspecto que es esencial, ya que la intervención del personal docente del centro con el alumnado se
encuentra en el núcleo central del éxito o fracaso escolar, viene a convertirse en una dificultad añadida en la red pública
por el trasiego de profesorado que se produce en un número considerable de centros educativos públicos. La movilidad
geográfica y el diseño caduco de los concursos de traslados promueven la “inestabilidad” del personal en un buen número de
centros públicos. Sobre todo hasta que el personal adquiere la plaza en propiedad, ya que ha tenido que realizar un largo
periplo por ciudades e incluso provincias distintas. En la red privada este fenómeno es inexistente.
Cuando se
enarbola la bandera de la “homologación”, siempre salarial del profesorado de la enseñanza privada concertada o no, siempre
se olvidan de añadir estos otros aspectos esenciales para la conformación de los puestos de trabajo como son el acceso y la
estabilidad en los mismos. En este sentido la red pública debe mejorar sustancialmente, ya que de un estudio realizado por
CGT en varias provincias andaluzas, se concluye que al menos un 46% de los centros públicos muestreados, tienen un índice
de permanencia del profesorado inferior a 2,5 años. Es decir, que la estabilidad media de un profesor en esos centros no
supera los 3 años de estancia en los mismos. Comparada esta permanencia con la que se produce en los centros privados es
fácil deducir que en este sentido la red pública debe mejorar urgentemente. La permanencia del profesorado permite un
seguimiento de la evolución educativa del alumnado y las relaciones con sus familias y ello siempre es positivo.
La red pública ofrece servicios que los centros privados también ofertan de manera no gratuita. Por ejemplo la
orientación escolar hasta no hace mucho, comedores, actividades complementarias de tarde o aulas matinales. Este tipo de
servicios mejoran la oferta educativa de los centros y como están en la red pública subvencionados para las familias se
prioriza a aquellas que tienen menor renta. Ello aumenta la presencia en la red pública de alumnado procedente de familias
con bajos ingresos. La presencia mayoritaria de este tipo de familias en la Red Pública desdibuja absolutamente el mapa
escolar, ya que esta red parte de unas condiciones socio culturales de alumnado y familias diferente a las que tiene la
red privada.
Por ello en la escolarización existe un importante número de familias que pretenden escolarizar en
centro privados concertados, ya que consideran que sus hijos e hijas estarán mejor en centros donde determinado tipo de
alumnado no se escolariza, bien por aspectos culturales, étnicos o religiosos. En definitiva la defendida elección de
centros educativos enmascara de hecho actitudes xenófobas o segregacionistas. ¡Cuesta el admitirlo!, Pero es así de simple
y así de duro. Y ello no porque las familias quieran segregar a ningún niño o niña, sino porque padres y madres desean la
mejor educación para su prole. Y claro está que mejor estarán con sus iguales o incluso con hijos e hijas de familias
mejor acomodadas o de mayor nivel cultural. Incluso se acaricia la esperanza de que las amistades forjadas por sus hijas e
hijas en esas tiernas edades le ayuden en su futuro adulto a mejor situarse social, económica o culturalmente. Deseos
comprensibles pero que a fuerza de pensar en lo mejor para mi provocan, sin pretenderlo, lo peor para el prójimo.
Es ineludible hacer compatible las justas, sanas y comprensibles expectativas de las familias para ofrecer lo mejor a sus
hijos e hijas con el derecho de todos los niños y niñas a no ser discriminados o segregados. Por ello urge en una sociedad
verdaderamente democrática y con vocación de aumentar la cohesión social que se produzca la unificación de las redes
educativas en una sola red de titularidad pública. CGT defiende la existencia de UNA ÚNICA RED DE CENTROS DE TITULARIDAD
PÚBLICA, que de verdad homologue tanto la oferta educativa para todo el alumnado como las condiciones laborales y
económicas para sus trabajadoras y trabajadores.
Rafael Fenoy Rico – Enseñanza CGT