Las cosas no han cambiado, y quizás ese fue el error: pensar que así sería, que habría un nuevo talante, que no debíamos perder la esperanza del diálogo y el acuerdo,…No se trata de culpas sino de responsabilidades, a cada parte las suyas, porque no es cierto que estemos tod@s en el mismo barco, y si es así, desde luego no es en igualdad de condiciones.
En FGV estamos en conflicto; según la Dirección muchos, según l@s trabajador@s pocos para todo lo que nos está pasando. Las consecuencias, en servicio y dinero, las pagaremos entre tod@s: tanto trabajadores como ciudadanía.
El anterior gobierno del PP nos dejó de herencia un ERE con el que pagamos, y seguimos pagando, el robo descarado de las arcas públicas. Dicho ERE, cuya justificación fue política, dejó malherida a la plantilla de FGV (Metrovalencia y TRAM). La Dirección consiguió acuerdos injustos para l@s trabajadores, firmados en un clima de miedo y corresponsabilidad. Sufrimos una rebaja en el poder adquisitivo de más de un 20%, además de un empeoramiento del clima y las condiciones laborales que pueden afectar a la seguridad.
Con el nuevo gobierno se firmó un Convenio para la foto del que todavía estamos esperando su cumplimiento y por el que se ha emprendido alguna acción judicial. Esperábamos el diálogo y el acuerdo, pero lo que tenemos a día de hoy es:
- El Incumplimiento de plantilla: la fórmula es muy fácil. En palabras de Noam Chomski, “Esta es la técnica estándar de la privatización: cortar el presupuesto para asegurarse que las cosas no funcionen. La gente se molesta y se usa eso como excusa para pasarlo a manos de capital privado”
- La Imposición del art.41.4 para la modificación de condiciones sustanciales de trabajo. Art.41 que nace de la Reforma laboral de sus “amiguitos” del PP. Criticada desde la oposición, qué bien nos viene ahora aplicarla Por la parte sindical se hacen propuestas, pero -claro- suponen dinero y personal… Solución: aplicamos el principio de la eficiencia, hacer más con lo mismo. Una vuelta de tuerca más a la clase trabajadora.
- La Imposición de la Ley de Seguridad Ferroviaria de la Comunidad Valenciana, en la que no se nos ha dejado participar de forma activa y que nos afecta como única empresa del sector en la Comunitat. De momento, los criterios de las políticas de liberalización del sector ferroviario que impone nuestra querida Unión Europea tienen la puerta abierta. Liberalización=privatización=peores condiciones laborales=mayor beneficio empresarial. Los trabajadores de Ferrocarrils no somos delincuentes, ni camicaces, ni unos irresponsables… con esta Ley cabe preguntarse si vale la pena trabajar en este sector.
- La Privatización paulatina y silenciosa de las áreas de Instalaciones Fijas (vías, electrificación, señalización,…) y Talleres, a la que ellos llaman externalización, pero que, perdonen, tiene un término muy claro: PRIVATIZACIÓN. Ya hay empresas privadas haciendo visitas y frotándose las manos, ¿amiguitos?, pues seguramente así sea, ¿o va a ser diferente? Hay que decirlo muy alto: la Privatización mermará la calidad, garantía y seguridad del servicio.
- Un parque móvil con medio ciclo de vida por delante degenerando en chatarra en vías muertas de Valencia Sud, pagado con nuestro dinero, señoras y señores ciudadanos, el de ustedes. Así como su crisis o la deuda que queda pendiente por la compra de las nuevas unidades. ¡Cuántas preguntas alrededor de cómo se gasta el dinero público y de quienes se benefician de los excesos! ¡Cuánta malversación no contestada!
- Las Estaciones sin personal y el poco que queda con funciones impuestas a golpe de art.41 que no les corresponde a su categoría, pero que desde luego, salen más baratos.
- Mayor inversión en tecnologías con la que se pretende sustituir a la atención personal, eso en el caso de que funcionen (cosa más que dudosa desde la experiencia de quienes sufrimos trabajando con ellas )
- Planes de accesibilidad con ascensores y escaleras que ahora serán universales pero que, de momento, pueden pasar semanas parados sin que ello le saque los colores a nuestra agenda institucional.
- Organigramas que cambian cada tres meses de media, que no paran de engordar en las escalas superiores, personas que ascienden de un modo muy dudoso y del que no se nos da explicaciones a pesar del mantra de la transparencia e incumpliendo acuerdos. Qué decir de la ética, si ni siquiera se aplican los famosos principios de mérito, capacidad e igualdad. De la paridad para qué hablar.
A la opinión pública queremos transmitirles que l@s trabajadores que estamos en conflicto nos levantamos a mitad noche para poner en marcha este servicio público. Trabajamos de lunes a domingo, Navidades, Semana Santa, Fallas, Puentes,… no somos unos privilegiados. Nuestra vida familiar o social caminan por una cuerda floja con medidas de conciliación insuficientes cuyas condiciones modifican a golpe de imposición, sin negociación y por supuesto, para mayor precariedad. Somos profesionales que estamos viendo amenazados nuestros puestos de trabajo, y sobre todo el Servicio Público del Transporte. Un Servicio Público que no es un privilegio, es un DERECHO que se ha ganado a base de luchas sociales, como otros, y que NO SE VENDE.
Queremos más plantilla, empleo público, empleo digno. No estamos reivindicando más salario, sólo queremos que el Servicio Público sea de verdad transparente y accesible para tod@s, no sólo para unos privilegiados que entran por la puerta de atrás para salir mañana por una puerta giratoria,…
Cada uno debe asumir sus responsabilidades. La clase trabajadora luchará por sus derechos. La clase política que ahora nos gobierna y se dice progresista, si no está de acuerdo con las directrices de Madrid y de la Unión Europea, que deje de llorar y espabile, si es que de verdad se creen lo que nos dicen: vayan y hablen con Montoro sobre la famosa Ley que no les deja contratar a personal pero sí privatizar. Eso sin entrar en los millones que nos podrían ahorrar a los ciudadanos contratando más personal fijo, pero, ¿y lo bien que viene hacer favores hoy?, ¡ah, no! !qué es que nos hacen pasar por el aro! A quienes, ¿a ustedes, o la ciudadanía que es la que paga? La información está publicada en los DOGV´s de este mes.
La nueva Dirección ya tiene rehenes; en la noche del viernes despidió a dos compañeros. Sin eximir a cada cual de su responsabilidad, hay maneras y maneras, desde luego más opciones, pero por qué será que la Dirección del Gobierno del cambio siempre opta por la más dictatorial. No es lo que esperábamos, pero seguramente era una cuestión de ingenuidad.
A la ciudadanía, una vez más, disculpen las molestias, pero esta lucha es de tod@s porque los Servicios Públicos son de tod@s, NO SE VENDEN, SE DEFIENDEN.
Y una última nota a los medios de comunicación. No sabemos a quién llegará este comunicado, pero ojalá encontremos la ética que le falta a nuestros directivos en quienes quieren abrir el abanico de la realidad a todas las partes para que la ciudadanía que os lea pueda componer un puzle algo más justo de los conflictos laborales que le están repercutiendo como usuarios de FGV.
Sección Sindical de CGT en FGV València
24 octubre 2017