Volvemos a convocar a los medios de comunicación para que se hagan eco de todos los movimientos que en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) se están llevando a cabo y contribuir, con ello, a la tan citada transparencia que el Govern del Botànic defiende y que desde CGT-FGV (Confederació General del Treball-FGV) queremos hacer llegar a la opinión pública.
Comienza el curso, pero seguimos igual o peor.Quienes dirigen @metrovalencia dicen estar #XLoPúblico, pero van a lo suyo. La palabra estrella:PRIVATIZACIÓN (camuflada en versiones varias) pic.twitter.com/ggzjAbBcTX
— CGT metro Valencia (@CGTmetroVLC) 3 de septiembre de 2018
En abril, tras una reunión con el Sr. Carlos Domingo, ya dijimos que el tan esperado cambio no dejaba de ser un espejismo. Dijimos entonces que la única accesibilidad y movilidad que les interesaba era la de la foto y la de sus efímeras ambiciones, que cuando nos descuidásemos ellos ya no estarían y quienes en esta empresa trabajamos tendríamos nuevamente que empezar a quitar escombros.
Han pasado cuatro meses. El Sr. Francesc Romeu, nombrado director de Clientes y Accesibilidad dimitió en julio. Sus motivos los tendremos que adivinar, aunque llegando como llegó no nos resultará difícil. Él ya no está, pero nos ha dejado la joya de la corona: en nota de prensa de la Generalitat aparece la licitación de un Centro Multicanal de Atención Al Cliente con el que se pretende dar un servicio integral de atención que sirva para Metrovalencia y el Tram d’Alacant y que abarque teléfono de información, Redes Sociales, chats,
Este movimiento nos va a situar según el ya desaparecido Sr. Romeu en el futuro; FGV se convierte así en avanzadilla de empresas de transporte. El paso hacia adelante nos deja caer por el precipicio de la privatización de lo público, siguiendo la estela de RENFE-ADIF. Gran logro de los gobiernos progresistas: precarizar el trabajo por módicos precios (363.000€ el primer año y con prórroga de un año más para luego volver a la casa no sabemos si por la puerta grande o por la de atrás).
Seguimos denunciando que en esta empresa que, no lo olvidemos, es pública y como tal debería rendir cuentas de toda su gestión a la ciudadanía y asumir las responsabilidades políticas que correspondan en su caso por no hacerlo debidamente, nadie es capaz de atajar los problemas y reconstruir esta casa para que no siga enfangándose en el descrédito y la falta de eficiencia. Que han sido muchas las promesas de diálogo que se han quedado en eso, no se han valorado otras alternativas.
La huida hacia adelante pasa por sacar un servicio de Atención Al Cliente que unifique València y Alacant cuando no somos capaces de coordinar los tres Talleres de València a pesar de tener un alto cargo con gran proyección política para ello. Damos respuesta a la gran demanda de entrar en el futuro de la comunicación cuando, de momento, no somos capaces de coordinar acciones muy pequeñas del día a día en una atención cuya carencia principal es la de la falta de plantilla y la de la política de las máquinas por delante de las personas (aunque en su día la Sra. Consellera afirmara lo contrario). Lanzamos campañas publicitarias (pagar con tarjeta bancaria, por ejemplo) al tiempo que ofrecemos pésimos servicios para que sean efectivas. Realizamos obras en las instalaciones con las que dicen acabarán con el fraude y la inseguridad, pero encaminadas a necesitar cuantxs menos trabajadorxs mejor (léase aquí el cierre de la estación de Paiporta).
Se está dejando una vez más caer en picado LO PÚBLICO para justificar la PRIVATIZACIÓN. No es nada nuevo; tampoco desde gobiernos “progresistas”. La entrada de Empresas ajenas tampoco lo es. Servicios en conflicto como el de Señalización, están siendo vaciados de funciones para que éstas las ocupen contratas que, está demostrado, ni trabajan más barato ni mejor. Por no hablar de la tan traída y llevada Seguridad Ferroviaria que es algo más que un asunto del descanso de las personas directamente implicadas en la circulación de trenes. Seguridad es que todas las instalaciones estén en condiciones. Seguridad es que contemos con el personal necesario para atender a los viajeros, para ayudar a quienes no entran en el espectro de los que se manejan con las nuevas tecnologías, para facilitar el viaje cuando los medios que ofrecemos (y que tenemos que mejorar) fallan un día sí y otro también, para que se sientan acompañados mientras viajan en nuestros trenes (algo que parece pertenecer ya a tiempos pretéritos). Seguridad es que los Talleres en los que los trenes se revisan pertenezcan a la Empresa y con personal formado desde dentro. Seguridad es invertir en plantilla y hacerlo a largo plazo, no dar discursos hacia afuera para ganar elecciones.
Y Seguridad es también que el personal que aquí trabaja no retroceda ni un paso en condiciones laborales y que la gestión de las Empresas Públicas sea ejemplo de respeto a los derechos de las personas trabajadoras. Pero para ello, evidentemente, hay que creer en los Derechos Sociales y demostrar, desde la política, que hay diferencia entre un lado y otro del abanico ideológico.
CGT-FGV
València, 3 septiembre 2018