La
aceptación por la mayoría de la plantilla de la congelación salarial y la pérdida de derechos, sin apenas tiempo para
analizar y debatir el contenido del acuerdo que los sindicatos UGT y CC.OO. habían alcanzado con la dirección de Ford, ha
dejado un mal sabor de boca en el personal. Ese debe ser el motivo de que estas dos organizaciones se apresuren
a resaltar cualquier noticia, por muy modesta que sea la misma; las nuevas contrataciones, el abono de los
atrasos que nos debía la empresa o el anuncio de la vuelta del turno de noche (pero ahora trabajando media hora más),
han sido el pretexto para lanzar las campanas al vuelo.
negociación del convenio (que no terminaba hasta diciembre) ha sido la empresa: consigue los recortes que buscaba y se evita
negociar en una etapa con nuevos productos en plena producción (ahí el sindicalismo del pacto no tendría excusa para seguir
diciendo que no se puede presionar porque las cosas están mal). El acuerdo ya se venía tramando desde mucho tiempo atrás; de
hecho el periódico El Mundo (ese que tanto ensalza a los secretarios de la UGT) informaba, en la nota que ese sindicato
repartió profusamente en la fábrica, que: “La estrategia a seguir estaba pactada desde septiembre pasado, lo que ha
permitido a Faubel administrar los tiempos”. Y continuaba: “… y se apuntó un tanto con un elevado valor simbólico:
recuperó para la firma a CC.OO.”
ocurriese siempre sucedía gracias al acuerdo Pino-Fleming (salvo las cosas malas, claro) hemos pasado a esta nueva
etapa en la que ya son dos los sindicatos que pugnan por resaltar si es más importante el pacto de 2007 o el de
2013. La verdad es que es difícil determinar con cuál hemos perdido más cosas, aunque este último todavía tiene por delante
varios años para demostrar sus aspectos más regresivos. De momento ya hemos notado un aumento del 64% en el
precio del menú y una nueva eliminación de paradas de autobús. Y en septiembre, desaparecen los
comedores…
Barcelona para denunciar los recortes salariales y de derechos, la flexibilidad laboral y el deterioro de las condiciones de
trabajo en el sector, así como para recordar que estas empresas y su industria auxiliar han destruido en los últimos años
cerca de 230.000 empleos, a pesar de lo cual siguen siendo la niña mimada de los gobiernos, que no dudan en aprobar
incentivos a la compra de coches ni en concederles una millonada en ayudas públicas; tanto en forma de ERE injustificados
(porque estas empresas tienen beneficios y realizan miles de horas extras) como de subvenciones directas (algunas de las
cuales están siendo investigadas por la Unión Europea).
piñón con la patronal, que concentrarse delante de sus eventos para denunciar la explotación y las injusticias que vivimos
los que trabajamos día a día en las fábricas de automóviles. Sabiendo eso, la CGT ha elegido estar al lado de los
trabajadores y frente a los que intentan recortar los derechos sociales y laborales. Quizás es esta la razón
por la que el anarcosindicalismo cuenta cada día con más credibilidad y respeto entre los trabajadores: prestigio que otros
desgraciadamente están tirando por la borda con sus pactos antiobreros. Las empresas también saben qué sindicatos son los que
le convienen a sus intereses y no dudan en conceder privilegios a los más afines, mientras atacan y reprimen a los que no se
someten a sus abusivas políticas.
las sanciones y despidos que la patronal ha efectuado como respuesta a las justas luchas de los trabajadores. Precisamente se
cumplen ahora tres años del despido de Paqui Cuesta, compañera y secretaria de nuestra Sección Sindical, y trabajadora
eficiente en Ford durante más de 30 años. Sobre la campaña que se desató para deshacerse de una delegada que no se callaba
las injusticias que veía, ya se dieron todo tipo de detalles en su momento. No obstante, y como puede haber gente nueva o
compañeros que se creen siempre lo que les dicen los jefes, recordaremos que a Paqui la acusaron de arriesgar la seguridad de
otros empleados, cuando en su área de trabajo todo aquel que realizaba las mismas funciones hacía idéntico recorrido con su
carretilla desde años atrás.
torticeras pruebas y declaraciones de la empresa y sus peculiares testigos, nos puede dar una idea la situación actual de los
tribunales españoles, que no encuentran pruebas para condenar a miembros de la casa real, banqueros y políticos corruptos,
defraudadores fiscales, etc. pero a los que no les tiembla el pulso cuando se tragan los argumentos de las empresas para
dejar en la calle a trabajadores y sindicalistas honestos y luchadores, como en el caso de Paqui Cuesta y
otros.
probablemente, algunos de los testigos hubieran visto que no se puede ir a declarar contra una compañera cuando está tan
claro que era todo una estratagema para dejar en la calle a una trabajadora eficaz en lo profesional y honrada en lo
personal. Llama bastante la atención que algunos de esos testigos hayan sido “premiados” después con horas extras en
abundancia (aunque la faena no lo aconsejara), mejora de puesto o contrataciones de parientes.
personajes deben tener siempre presente el mal que han hecho y probablemente se cuidarán de ocultar a sus nietos tan
lamentable historial. También sus compañeros de trabajo han de protegerse de ellos como de la peste y tendrán
ocasión siempre para recordarles y afearles el comportamiento insolidario y mezquino con una compañera. Por muchos favores
que se deban, la dignidad tiene unos límites que nunca se han de rebasar.
(como antes con el de Luis Miguel y mucho antes con el de Alfredo Martínez o los 57 miembros de la Coordinadora de Delegados
en 1977) lo que la dirección de Almussafes ha pretendido es acabar con aquellas voces que denuncian la explotación y la
discriminación, con esas voluntades que no se pueden comprar ni con su montón de dólares. Las estadísticas de sanciones y
despidos en los 37 años de Ford en estas tierras no dejan lugar a dudas sobre cuál es la clase de sindicalismo que quieren
erradicar de la fábrica; en los primeros tiempos fue el de tipo asambleario y después el anarcosindicalismo.
sucesivas ocasiones por sectores importantes de la plantilla o los infructuosos y desesperados intentos de que todo el mundo
esté apuntado al sindicalismo de la empresa demuestran esa imposibilidad de mandar también en la conciencia de cada
trabajador. La última prueba de esa resistencia al pensamiento único y del rechazo al sindicalismo servil ha sido el
resultado del reciente referéndum sobre el pacto 2014/2018. Que a pesar de jugar la empresa y sus aliados con ventaja, más de
mil trabajadores rechazasen la firma de esos recortes (prácticamente un tercio de la plantilla) confirma que una cosa es que
te presionen para coger el carné de la casa y otra, muy distinta, que esa imposición signifique el control absoluto de la
voluntad colectiva de defender derechos y libertades.
AL RESTO DE DESPEDIDOS EN FORD POR DEFENDER NUESTROS DERECHOS!
CGT!