Intervención de CGT prevista
en la Asamblea que se celebrará hoy 14 de septiembre
Con carácter general, la
modificación de la Ley de Cajas y la constitución de SIPs articulados en torno a bancos suponen, en la práctica, un cambio de
la naturaleza jurídica del sector de cajas de ahorros.
La reducción de la presencia institucional y la posibilidad
de entrada masiva de capital privado constituyen un paquete de medidas tendentes a consolidar el monopolio del control de las
finanzas por el capital privado y supondrán, en un futuro más o menos próximo, la privatización de las cajas y, de modo
inmediato, la desaparición de miles de puestos de trabajo.
En el caso concreto de nuestra entidad, Bancaja, desde
CGT no compartimos la presunta idoneidad de la solución adoptada, que implica la pérdida de toda capacidad de decisión futura
para Bancaja, convirtiéndonos a partir de ahora en meros comercializadores de productos y políticas definidas desde
Madrid.
Entendemos que la Comunidad Valenciana merecía, como mínimo, una integración entre sus Cajas, recordemos
3ª y 4ª del ránking, que garantizara el servicio específico y de calidad a trabajadores, familias, autónomos, pequeñas y
medianas empresas, es decir, a toda la economía productiva de la Comunidad y hubiera permitido conservar una entidad líder en
Valencia, pero que, lamentablemente, las divergencias internas del partido mayoritario hicieron imposible.
Que, la
totalidad de secciones sindicales del futuro Grupo, acabemos de firmar un acuerdo de garantías laborales mínimas aplicable al
proceso de integración, no modifica, para CGT, la opinión general negativa que nos merece la propuesta de creación del SIP
hoy sometido a votación en esta Asamblea.
En primer lugar tenemos que manifestarnos radicalmente en contra de la
pérdida de miles de puestos de trabajo que se prevé, sea cual sea la modalidad que se utilice para llevarlos a la
práctica.
En segundo, aunque obviamente nos parece positivo que se aborde la negociación de las consecuencias
laborales que acarreará el proceso de integración conforme a principios de lealtad, buena fe y transparencia, no lo es menos
que no podemos compartir el triunfalismo que, desde la dirección y algún sindicato, se pretende trasmitir a la plantilla con
su firma.
Este acuerdo, aunque garantiza las condiciones individuales de partida, no resuelve ninguno de los
principales problemas que se plantearán:
– Cierre de oficinas y desaparición de Servicios Centrales, con la
pérdida de empleos asociada y la consiguiente movilidad geográfica y funcional.
– Intercambio de plantillas entre
entidades. Posible creación de nuevas Agrupaciones de Interés Económico (AIEs).
– Homologación de condiciones
laborales y de previsión social para todo el Grupo. No se trata sólo de salarios sino de clasificación de oficinas,
definición de puestos y funciones, desarrollo de carrera profesional, etc…
– Condiciones concretas de
prejubilación u otras medidas complementarias de “desvinculación” que puedan negociarse.
Que tendrán que ser
negociados a partir de ahora, y es, por tanto, a los acuerdos finales a los que nos remitimos para poder realizar una
valoración realista de las consecuencias que este proceso de integración acarreará a los trabajadores y trabajadoras de la
entidad.
Por todo ello CGT va a votar en contra de la constitución del SIP.
CGT-Bancaja
Valencia, 14 septiembre 2010