Desde el 2007, la Franja de Gaza -una extensión de casi 400 km cuadrados en la que viven más de 2 millones de personas (la mitad de ellas son menores)-, sufre un inhumano bloqueo por tierra, mar y aire. El control militar que Israel ejerce sobre este lugar impide que se pueda salir o entrar de este territorio. Tampoco los palestinos y las palestinas que viven allí pueden exportar o importar lo que necesiten para sobrevivir, ni mucho menos tener una vida “normal” en sus calles por el estricto control de los soldados israelitas.
Más de siete décadas violando los Derechos Humanos en los territorios ocupados con el objetivo de realizar una limpieza étnica a través de un sistema de apartheid que desde 1948 facilita el saqueo de hogares, el asesinato de civiles en cientos de pueblos y aldeas, la expropiación de tierras y la quema de cosechas de los palestinos y palestinas.
Israel incumple sistemáticamente las resoluciones de la ONU, mientras que la Comunidad Internacional mantiene silencio y los medios de comunicación blanquean a los asesinos ofreciendo una información sesgada, incompleta o sin profundizar en el origen de las causas que hoy mantienen al pueblo palestino asediado.
Los sionistas cuentan con el respaldo de Estados Unidos, primera potencia mundial, lo que les ha permitido durante décadas hostigar a miles de palestinos y palestinas en sus propios territorios, y llevar a cabo verdaderas masacres de civiles.
En las últimas horas, un ataque reivindicado por Hamás desde el lado palestino, ha producido la muerte de ciudadanos israelíes. La respuesta del primer ministro israelí, B. Netanyahu, ha sido declarar el “estado de guerra”, advertir de que la respuesta sobre Palestina será muy dura y que solo dejarán ruinas tras el paso del ejército israelí.
A la vuelta de 75 años, Israel se declara en “guerra”, pero… ¿cómo podríamos llamar a lo que han estado haciendo hasta hoy?
El Estado de Israel también impide que millones de personas refugiadas puedan regresar a sus hogares, a su tierra, y los crímenes de lesa humanidad quedan impunes. Además, se encargó de levantar un muro y de militarizarlo para dividir y controlar, haciendo aún la vida más complicada a miles de familias y comunidades enteras en Cisjordania.
Cuando Israel hace prisioneros a los palestinos, no tiene en cuenta la edad de estas personas. Y las encierra, las tortura y si van a juicio no tienen ninguna garantía de tener un proceso transparente.
Israel destruye poco a poco todo lo que pertenece o perteneció al pueblo palestino. Bombardea los lugares de culto, las infraestructuras de oenegés, edificios de escuelas, hospitales y centros culturales, imponiendo el miedo a la población civil. Los niños y niñas nacen bajo las bombas y así pasan su infancia, aunque muchos de ellos y ellas no llegarán ni a la adolescencia.
En los próximos días, quizás semanas, asistiremos a una nueva oportunidad (otra más) que tendrá Israel para justificar sus crímenes contra Palestina. Pero todos los pueblos tienen derecho a defenderse si son atacados. Y eso es lo que lleva haciendo Palestina durante más de 70 años.
ATENTAS A LA MANIPULACIÓN Y VIVA PALESTINA LIBRE