La terrible catástrofe acaecida recientemente en Valencia ha puesto claramente de relieve la necesidad de revisar los protocolos de Correos para asegurar la integridad de las trabajadoras en casos de emergencia.
Estos protocolos deben anteponer, ante todo, la seguridad de las personas aunque ello suponga el cese del servicio preventivamente. Hemos comprobado como muchas empresas forzaron a sus trabajadores a seguir en su puesto cuando la situación ya era muy grave.
CGT exige que se adopten medidas en caso de alerta naranja o roja.
El actual protocolo establece que será el Servicio de Prevención el que, en caso de alerta naranja o roja de la AEMET, establezca las medidas adecuadas para el desarrollo del servicio, y que sean válidos los avisos emitidos por las agencias de meteorología de las comunidades autónomas.
Únicamente en caso de alertas por altas temperaturas se establecen medidas claras (aunque escasas) en caso de alerta roja. No ocurre lo mismo en caso de otro tipo de situaciones, lluvia, viento, nieve o bajas temperaturas, donde será Correos quien determine las actuaciones a seguir.
CGT exige a Correos que, en caso de alerta roja se paralice toda la actividad en las zonas afectadas y que, en su caso, las trabajadoras puedan volver a sus domicilios.
Asimismo, también exigimos que se establezcan claramente en los protocolos las actuaciones a seguir en cada uno de los centros de trabajo en caso de alerta naranja, puesto que nos encontramos con que en algunas zonas se dan unas órdenes y en otras no. ¿Valen más los trabajadores de una zona que los de otra? Exigimos actuaciones contundentes ante la actitud de algunas jefaturas que ignoran o desprecian los avisos de alerta, presionando al personal a su cargo para que realicen el reparto sea como sea, con vehículos en mal estado, sin chubasqueros, etc… y exigiéndoles que “entreguen todas las notificaciones” y por tanto poniendo seriamente en peligro su seguridad.
En todo caso, considerar ausencias justificadas las sucedidas en caso de alerta naranja o roja.