de la última década algunos movimientos sociales –tal como ocurre con el movimiento 15-M- han reactivado de forma más
visible un cierto espíritu libertario. ¿Qué factores inciden en este retorno del anarquismo? De forma inversa: ¿por qué ese
espíritu libertario no cuenta con apoyos sociales más amplios?
económica actual es propicia para que se produzca la aparición de fenómenos de aspecto o movimiento social, como ya fueron
los de signo antiglobalizador de los primeros años del siglo XXI, el movimiento Okupa y otros de signo más o menos
libertario que han fomentado o fomentan aspectos como la solidaridad o el soporte mutuo. En este aspecto hay que añadir al
movimiento 15-M, que ha puesto en su haber la práctica libertaria asamblearia. Que el anarquismo no haya desaparecido del
planeta tierra es todo un fenómeno sociológico; a pesar de todo, el anarquismo, aunque sea en pequeñas dosis, continúa
presente en el nuevo siglo. La falta de un apoyo social se debe sobre todo a la fuerza motriz del Estado y de sus soportes
para combatirlo directamente de maneras muy sutiles basadas en calumniarlo o ignorarlo, incluso tergiversando los hechos
históricos o la memoria colectiva. Por otra parte, la falta de una organización potente, dígase sindicatos o una
coordinadora de movimientos sociales y libertarios, constituye el gran hándicap para encontrar apoyos sociales más amplios.
incertidumbre, ¿cómo movilizar a diferentes sujetos colectivos en la construcción de un porvenir deseado?
voluntades diversas quieren luchar para cambiar algo han de unirse, la fragmentación solo sirve para dar continuidad al
sistema que se pretende derribar. Otro mundo es posible pero hay que construirlo desde el presente, creo que la movilización
ha de pasar por tender puentes de diálogo entre las distintas maneras de pensar o de obrar con el fin de conseguir la
construcción de un movimiento lo más amplio posible.
siempre resulta nítida, aunque sus diferencias con respecto al estado son conocidas. En este punto, ¿qué puede aportar ese
discurso marxista al movimiento libertario?
anarquismo, que son muchas, pueden limarse en la unión por la base, a través de la acción y la autogestión, por aquí se
podría avanzar y ésta quizá es la aportación más clara que puede presentar el movimiento libertario. Es decir: un
planteamiento de libertad y descentralización por encima de la autoridad y el centralismo.
qué forma podría concebirse la transición desde los actuales estados-nación a una sociedad sin estado, dando por sentado que
los grupos hegemónicos ya despliegan todos los medios disponibles –sin excluir la violencia- para retener su régimen de
privilegios? ¿Cómo se regularían los conflictos tanto en la vida pública como privada en esa sociedad autogobernada?
es realmente una proeza de titanes, pero imperios igual de grandes han caído… En todo caso si existiese una transición
hacia otra sociedad diferente de la actual se habría de tener en cuenta los valores libertarios, creándose colectividades de
individuos libres. Las comunidades libres se tendrían que organizar bajo los preceptos de federalismo, apoyo mutuo,
solidaridad y, entre otras cosas, autogestión. La regularización de los conflictos habrían de decidirlo las comunidades en
su respectivo momento.
izquierda es su dificultad de construir frentes de lucha en común. ¿Qué responsabilidades históricas tiene el anarquismo en
la fragmentación de esos movimientos que buscan activamente una transformación social radical?
movimientos de izquierdas tanto marxistas como libertarios son responsables de sus victorias y de sus fracasos, que, en
realidad, han sido también las victorias y los fracasos de la sociedad en pos de su emancipación. Para recuperar un
movimiento unido o frente de lucha común quizá tendríamos que volver a los rasgos comunes de la Primera Internacional,
anterior a la separación de Marx y de Bakunin.
también (aunque no solamente) en las instituciones del estado, considerando que sus políticas nos afectan de forma directa?
¿Qué posibilidades reales hay de articular «representación parlamentaria» y «democracia directa»?
posibilidades de que un movimiento revolucionario de izquierdas o de signo libertario participen en los organismos del
Estado no son sinónimo de garantía emancipadora, todo al contrario, creo que –como la historia demuestra- participar en la
política burguesa significa quedar integrado en el sistema que se quiere destruir. Pero tampoco hay que olvidar que el
anarquismo ibérico ya ha participado en el poder a todos sus niveles, en otras circunstancias claro, pero el fruto real
conseguido fue contrario al anhelo revolucionario perseguido. También hemos visto como los partidos llamados de izquierdas
(PCE-PSOE) cuando han llegado al poder no han hecho otra cosa que cejar en su ideología y dedicarse a apuntalar el Estado
burgués.
administración de las cosas” es que ese pasaje equivale a una clausura de lo político, esto es, a una sociedad reconciliada,
libre de antagonismos. En caso que resulte válida esa lectura, ¿hasta qué punto no se reintroduce un principio teológico en
la historia humana, esto es, una dimensión mesiánica en la que el Otro es plenamente integrado a la
comunidad?
contrasentidos porque son realizados por seres humanos. Nadie tiene la verdad absoluta, por tanto nadie puede monopolizarla
para imponerla. Suponer que un mundo libre de poderes fácticos el ser humano sea capaz de constituir un gobierno que no
gobierne sobre los hombres y mujeres, sino solamente se dedique a administrar las cosas sería el máximo exponente de
anarquía. Pero de aquí a creer que esta célebre expresión tiene que ver con la fe o con aspectos mesiánicos me resulta
difícil de responder. Considero que el anarquismo no es un dogma, sino un conglomerado de ideas y de conceptos que resultan
más filosóficos que prácticos, por tanto en una hipotética sociedad libertaria, serían los individuos de las distintas
colectividades o comunidades los que desarrollarían la política correspondiente para el bien común de la
sociedad.
de «poder», circunscripta al estado, es concebida en términos negativos y represivos. Ahora bien, ¿qué implica desistir de
toda forma de poder? ¿Qué puede hacer el antipoder ante poderes imperiales globales, despreocupados de la injusticia
cotidiana y de la violencia que ejercen sobre millones de seres humanos?
una ética de comportamiento, que no un compendio de instrucciones de organización social. Por tanto la ética o la moral
anarquista, definida perfectamente por Kropotkin, considera toda clase de poder una obstrucción al libre albedrío de los
seres humanos. La lucha contra el poder ha sido uno de los grandes objetivos de los movimientos libertarios, así como la
lucha contra la injusticia con el fin de concienciar a los individuos para avanzar hacia la emancipación. Por lo menos eso
fue lo que se hizo en España mientras hubo un movimiento libertario popular encauzado sobre todo en la CNT.
abolición de todo principio de jerarquía a menudo choca contra el reclamo de autoridad por parte de una subjetividad que con
Guattari podemos denominar «capitalística». ¿Cuáles serían los espacios estratégicos fundamentales para cambiar esa
subjetividad dominante y qué papel deberían jugar los intelectuales en este proceso de cambio?
las grandes dificultades que existen hoy en día para luchar contra las jerarquías autoritarias que dominan el mundo, y
también del papel irrelevante que juegan los intelectuales en este proceso de cambio. Unos porque están a lado del poder
que los alimenta, otros porque son silenciados directamente por la jerarquía autoritaria que domina el mundo. A pesar de
ello los intelectuales de izquierdas, comprometidos o libertarios deben de buscar las vías propias para intentar llevar su
mensaje no solamente a los “fieles”, si no saltar todas las barreras posibles, a través de todos los medios, para llevar su
mensaje al resto de la sociedad.
facilitada por la institucionalización del estado de excepción, parece estar conduciéndonos a un punto de no retorno en el
que el desastre ecológico y social es una posibilidad cierta, nada remota. ¿Cómo reinventar las luchas libertarias en el
siglo XXI, considerando esta dinámica económico-política que nos enfrenta a una situación inédita en nuestra
historia?
salvaje, sólo puede ser contestada desde la unidad de acción de todos los movimientos que creen en un cambio radical y
profundo del mundo. Díganse estos movimientos marxistas heterodoxos, libertarios, anarcosindicalistas, 15-M, etc.
Precisamente las ocupaciones de plazas y el funcionamiento de las asambleas de barrio han venido a demostrar la viveza del
anarquismo (aunque el adjetivo no se nombre) en sus valores fundamentales: Acción directa, solidaridad, federalismo, apoyo
mutuo, autogestión y democracia directa. Todos éstos conceptos, en mayor o menor medida, se han aplicado (o aún se aplican)
en la mayoría de las relaciones asamblearias del 15-M. Por tanto las luchas libertarias, por encima incluso, de
organizaciones continúa viva en medio de la sociedad.
Fuente http://archipielagoenresistencia.blogspot.com/