- …O porque la CGT no se casa con ninguna organización política.
Adjuntamos algunos textos y acuerdos de la CGT, que sirven de reflexión para entender la historia del sindicalismo revolucionario o del anarcosindicalismo en su conjunto y de la necesidad de reclamarse independiente de cualquier organización política.
Charte d’Amiens, Carta de Amiens, Francia 1906:“- En la tarea de reivindicación cotidiana, el sindicalismo persigue la coordinación de los esfuerzos obreros, el incremento del bienestar de los trabajadores con la obtención de mejoras inmediatas, tales como la disminución de las horas de trabajo el aumento de los salarios, etc.
– Pero esa tarea no es más que una de las vertientes del sindicalismo; también prepara la emancipación integral, que no se puede realizar más que por la expropiación; preconiza como método de acción la huelga general y considera que el sindicato, hoy grupo de resistencia, será en el futuro el grupo de producción y distribución, la base de la reorganización social.
– El Congreso declara que esa doble tarea, cotidiana y de futuro, dimana de la situación de los asalariados que pesa sobre la clase obrera y hace que todos los trabajadores, cualesquiera que sean sus opiniones, o sus tendencias políticas o filosóficas, tengan como deber el pertenecer a la agrupación esencial que es el sindicato.
– Como consecuencia, en lo concerniente a los individuos, el Congreso afirma la entera libertad del afiliado para participar, fuera de la agrupación sindical, en las formas de lucha que correspondan a su concepción filosófica o política, limitándose a pedirle, en reciprocidad, que no introduzca en el sindicato las opiniones que profese fuera de él.
– En lo concerniente a las organizaciones, el Congreso declara que, con el fin de que el sindicalismo alcance su máxima eficacia, la acción económica se debe ejercer directamente contra la patronal, no teniendo que preocuparse las organizaciones confederales, en tanto que agrupaciones sindicales, de los partidos y las sectas, que por fuera y a su lado, pueden perseguir, en total libertad, la transformación social.”
Anarcosindicalismo textos de Rudolf Rocker:
“Con frecuencia se ha acusado al anarcosindicalismo de no interesarse en la estructura política de los diversos países y, por consiguiente, de desentenderse de las luchas políticas de nuestro tiempo, limitando su actividad a la lucha por unas demandas puramente económicas. Es ésta una idea errónea que nace de una manifiesta ignorancia o de una deliberada tergiversación de los hechos. No es la lucha política como tal lo que diferencia a los anarcosindicalistas de los modernos partidos obreristas, ni en la táctica ni en los principios, sino la forma de mantener esta lucha y los objetivos que tiene a la vista.
(…)
Pero el punto de ataque en las luchas políticas no está en los cuerpos legislativos, sino en el pueblo. Los derechos políticos no se engendran en los parlamentos, antes bien, les son impuestos a éstos desde fuera. Ni siquiera su aprobación y promulgación ha sido durante mucho tiempo garantía de su cumplimiento. Lo mismo que los patronos tratan siempre de anular toda concesión que hayan tenido que hacerle al trabajo, a la menor oportunidad que se les presente, en cuanto notan el menor síntoma de debilitamiento en las organizaciones obreras, así también los gobiernos están siempre predispuestos a restringir o a abrogar completamente los derechos y libertades otorgados, si se imaginan que el pueblo no ha de oponer resistencia. Incluso en los países en que desde hace tiempo hay esas cosas que se llaman libertad de prensa, derecho de asociación, y otras por el estilo, los Gobiernos tratan constantemente de restringir esos derechos o de interpretarlos a su antojo, por medio de quisquillosidades judiciales. Los derechos políticos no existen porque hayan tomado estado legal sobre el papel, sino que empiezan a ser realidad cuando comienzan a formar un hábito nacido en la propia entraña del pueblo y cuando toda pretensión de reducirlo tropieza con la resistencia violenta de la multitud.
Los Gobiernos han empleado siempre todos los medios que han hallado al alcance para evitar el logro de esos derechos o para convertirlos en pura ilusión. Grandes movimientos de las masas y completas revoluciones han sido necesarios para arrancar, en ese forcejeo, los aludidos derechos a las clases rectoras, las cuales jamás hubieran accedido de buen grado a concederlos. Basta con repasar la historia de los tres siglos últimos para comprender cuán inhumanas luchas ha costado el arrancar, pedazo a pedazo, cada derecho a los déspotas.
(…)
Si rehúyen toda intervención en la obra de los parlamentos burgueses, no es porque les repugne la lucha política en general, sino porque están convencidos de que la actividad parlamentaria es la forma de lucha política más débil y de menos horizontes. Para las clases burguesas el sistema parlamentario es, sin duda alguna, instrumento adecuado para el arreglo de sus conflictos, cuando éstos se presentan, y para hacer provechosa la colaboración, puesto que todos ellos tienen el mismo interés en mantener el orden económico vigente y la organización política que lo sustenta.
Todos los acontecimientos que afectan a la vida de la comunidad son de índole política. En este sentido, todos los actos de importancia para la economía, como por ejemplo una huelga general, son asimismo actos políticos, y, por supuesto, de mucha mayor importancia que cualquier procedimiento parlamentario. Es también una lucha de carácter político la contienda del anarcosindicalismo contra el fascismo, como también la propaganda antimilitarista, batalla ésta que durante varias décadas sólo han sostenido los socialistas libertarios y los sindicalistas, y que ha costado enormes sacrificios.
El foco de la lucha política no radica, pues, en los partidos políticos, sino en la guerra económica de las organizaciones obreras. El comprenderlo así es lo que hizo que los anarcosindicalistas concentraran su actividad en la educación de las masas y en la movilización de su potencialidad económica y social. Éste es el método que ha servido para realizar algo en todos los momentos decisivos de la historia.”
Anarquismo y Nacionalismo: “¿Entorpecer la independencia? No, claro. Ahora bien, tampoco ayudar, ni en lo más mínimo, a que acontezca, sino denunciar el engaño que supone para los de abajo que se les venda la moto de que esa lucha merece su colaboración, y denunciar, también el substrato nacionalista sobre el que descansa, necesariamente, esa lucha.
Debemos elegir, debemos elegir entre arroparnos, ya sea materialmente, o solo simbólicamente, en una estelada, o bien defender las ideas anarquistas. Y, a partir de ahí, que cada cual elija legítimamente lo suyo. Ahora bien, si hacemos lo uno, si nos involucramos en el “Procés”, no podemos hacer lo otro, que consiste en luchar para erradicar todas las formas de la dominación, porque eso sería tan incompatible como arroparnos en la bandera española en lugar de rechazarla, y, al mismo tiempo, proclamarnos anarquistas.” Intervención de Tomás Ibáñez en un debate realizado en CGT-Barcelona
CGT ANTE CANDIDATURAS POLITICAS
ESTATUTOS CONFEDERALES DE CGT.: Art 32 Artículo 32. Con objeto de salvaguardar la autonomía de la CGT, todo afiliado a la misma deberá respetar y hacer cumplir el siguiente régimen de incompatibilidades y obligaciones orgánicas:
a) En el ejercicio de sus responsabilidades, los afiliados que ostenten cargos de representación o gestión a cualquier nivel y ámbito de la estructura confederal no podrán manifestar públicamente opciones particulares contra la Normativa y otros acuerdos generales de la CGT, ni mucho menos a favor de otras organizaciones u organismos al margen de la misma.
b) Los afiliados que igualmente lo sean de otras organizaciones al margen de CGT, no podrán pertenecer al Comité Confederal de la misma y, por tanto, tampoco a su Secretariado Permanente, u ostentar el cargo de Secretario General o Secretario de Organización (como Vicesecretario General) de las distintas Confederaciones Territoriales y Federaciones Sectoriales que componen el citado Comité Confederal.
c) En el mismo contexto, dichos afiliados tampoco podrán formar parte de la Comisión Confederal de Garantías.
d) Los miembros de órganos ejecutivos de dirección, de gestión o de representación de otras organizaciones, o quienes ostenten cargos públicos por elección o designación, no podrán pertenecer a ningún Secretariado de la CGT, en cualquier nivel y ámbito de su estructura orgánica.
e) En el caso de que la participación en candidaturas políticas afecte a cargos de la Organización, deberán presentar la dimisión, no pudiendo desempeñar cargos en la CGT mientras dure el mandato al que se presentó. De no hacerlo, quedarán automáticamente dimitidos. La vulneración del apartado anterior será considerada como incumplimiento grave de los Estatutos, por lo que se procederá en consecuencia.
f) Caso de incurrir cualquier afiliado en algunos de los apartados anteriores, así como que el ente confederal oportuno no actúe en consecuencia, de manera cautelar y provisionalmente el Secretariado Permanente y Comité Confederal de la CGT podrá cesarle de inmediato en el cargo de gestión o representación que ostente, así como inhabilitarle de militancia, a cualquier nivel y ámbito confederal, hasta que un Pleno o Congreso con carácter general se pronuncie al respecto.
XV CONGRESO VALENCIA PUNTO 8 del mismo. página 64 de los acuerdos del mismo:
Quienes se presenten a elecciones políticas, deberán presentar la dimisión salgan o no elegidos, durante el periodo al que se presentan.
XVI CONGRESO MALAGA. PUNTO 5 del mismo paginas 70-71 de los acuerdos del mismo. … Ni nos sirve la política ni debemos permitir que se nos identifique con ella y mucho menos que se nos instrumentalice por nadie, la CGT es y debe de seguir siendo independiente de todo grupo o partido político que se presenta a elecciones políticas. Los afiliados de CGT, como dicen los estatutos, son libres, individualmente, de pertenecer a organizaciones políticas, pero lo que si debe respetarse es la independencia de CGT de cualquier partido político o candidatura política electoral. Los afiliados de CGT no podrán hacer uso de las siglas para apoyar candidaturas políticas ni se utilizaran los locales sindicales para actos o presentaciones políticas. Por lo tanto los afiliados que apoyen o participen en candidaturas o plataformas o como le denominen no podrán hacer referencia de su pertenencia a CGT. Si pueden usar su nombre y apellidos como quieran, pero no acompañado de las siglas CGT, ni de ningún ente al que pertenezcan de la organización….