CGT-València se solidariza con el compañero Alberto, delegado sindical de CGT, sancionado y despedido de la empresa de transportes «Grupo Ruiz y Salamanca» por su actividad sindical en defensa de los intereses de los y las trabajadoras.
El Grupo Ruiz y Salamanca, en su afán de amedrentar y silenciar a las personas trabajadoras, sancionan y despiden.
En este caso, le ha “tocado” a Alberto, secretario de la sección sindical de CGT en la única empresa que se presenta en las últimos concursos públicos para la concesión millonaria del transporte colectivo urbano de la ciudad de Salamanca.
Cualquier excusa es válida para el Grupo Ruiz y Salamanca de Transportes para sancionar y despedir. En este caso a Alberto se le despide abriéndole un expediente disciplinario, tipificandolo como muy grave, con la excusa de transgresión de la buena fé, al caer de baja, por un problema en la espalda y haciendo caso a su médica de cabecera, solicitar en el INSS, un cambio de contingencias comunes a contingencias profesionales. Esto, a pesar de que en sus tres años largos trabajando en Salamanca de Transportes, nunca tuvo ningún expediente disciplinario.
Los motivos reales son, la actividad sindical que ejercemos desde la sección sindical de CGT en Salamanca de Transportes, habiendo denunciado desde esta sección, innumerables fraudes y abusos por parte de Salamanca de Transportes, como presentarse a la concesión con un plan de igualdad, fraudulento, falsificando actas y sin negociación, las miles de horas extraordinarias que se hacen, camuflado su pago en otros conceptos, la retirada reiterada de uno o dos buses en la línea 4 principalmente (a veces también en otras líneas), birlaba el pago de pluses en los permisos legales, se ha quedado Salamanca de Transportes con muchísimo dinero de la antigüedad de las personas trabajadoras, modificándosela en favor de la empresa y un larguísimo etc de denuncias por abusos e incumplimientos, tanto en el juzgado como en la inspección de trabajo.
Por todo esto desde CGT decimos “basta ya” no nos va a callar, ni Salamanca de Transportes ni el Grupo Ruiz.
Aprovechamos estás líneas para pedir al ayuntamiento de Salamanca, que no sea cómplice y pare estos abusos como garante de una concesión de un servicio público que se paga con el dinero de todos y todas.
También aprovechamos a pedir a la clase trabajadora, que apoye la lucha por la readmisión de Alberto, porque se estarán apoyando a si mismas.
Basta de represión, Alberto readmisión!