Los datos del INE confirman el dato adelantado del IPC de agosto y la inflación general se sitúa en el 2,6%, marcando una subida de nuevo por segundo mes consecutivo. Con la subida salarial media en convenio en el 3,38 %, cuatro décimas más que el IPC de agosto no pueden considerarse aumento de salario.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado el dato adelantado del Índice de Precios al Consumo (IPC) de agosto y sitúa la inflación en un 2,6% lo que supone la segunda subida consecutiva. Este dato supera en tres décimas el del mes de julio, que fue de un 2,3%. Según los datos del INE, esta subida se debe principalmente a la subida de los precios de carburantes y lubricantes para vehículos personales, que ha sido de un 6%, frente al descenso en agosto de 2022.
Según los datos del INE, la inflación de los alimentos esta en el 10,8% y la inflación subyacente (que excluye los alimentos no elaborados y productos energéticos) retomó la senda descendente, bajando una décima, hasta el 6,1%. Estadística destaca también que los precios de la electricidad y de los servicios de alojamiento subieron en agosto.
Destaca, sin embargo, la subida del precio del aceite de oliva, que marca un 8,7% en el último mes y acumula hasta un 52% en el último año. Aunque tenemos un IPC muy por debajo de la media europea, los precios de la alimentación, con una subida del 10,5 % en agosto, menor que el año pasado pero disparada durante todo el año, y de los carburantes, que han aumentado un 7,2 %, hacen complicado que los hogares puedan continuar soportando incrementos de precios de bienes necesarios para el día a día.
Los salarios, que acumulan pérdidas de poder adquisitivo, no soportan más precios disparados. La media salarial pactada sigue estancada. En agosto, según la Estadística de Convenios, se quedó en el 3,38 %, 4 décimas más con respecto al IPC con el que ha cerrado agosto y que no se puede considerar un aumento. Pero sí que han aumentado los precios de productos de primera necesidad, de carburantes, energía y material escolar, por ejemplo, que siguen complicando la economía familiar y obligando, en algunos casos, a renunciar de bienes de primera necesidad.
Por otra parte España es el cuarto país europeo donde más han aumentado los dividendos a accionistas frente al crecimiento de los salarios. Según un estudio de la Confederación Europea de Sindicatos, los pagos a accionistas aumentaron un 33 % durante el segundo semestre del año, mientras que las nóminas lo hicieron un 5 %. Las desigualdades no pueden seguir acrecentándose. Las empresas tienen que devolver a sus trabajadores parte de los beneficios que les generan y eso solo es posible a través de aumento de salarios acordes con la realidad de los precios que les rodean.
Desde CGT exigimos las subidas lineales en todos los convenios arreglo al IPC real, ya que la escalada de precios esta destruyendo el poder adquisitivo de las clases trabajadoras generando mas desigualdad económica en nuestra sociedad, creciendo día a día la brecha económica entre ricos y pobres.