La Federación de Sindicatos de la Industria Siderometalúrgica (FESIM) de la Confederación General del Trabajo (CGT) presentó en rueda de prensa un estudio sobre la siniestralidad laboral, relacionándola con la eficacia de los procedimientos de evaluación de riesgos que se aplican en cuatro empresas importantes en el sector de la automoción, como son, G. M. España, PSA – Peugeot, SEAT y Volkswagen Navarra.
La evaluación de riesgos es uno de los pilares fundamentales de la prevención, y repercute de una manera importante en el estado de salud de las plantillas. Un estado de salud, que choca frontalmente con la imagen que las empresas suelen ofrecer en los medios de comunicación.
Este estudio, analiza las metodologías de evaluación de riesgos por factores ergonómicos utilizadas en estas empresas, y, tratando de ser totalmente objetivos, recoge las opiniones de organismos competentes en la materia, como son el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de Aragón (ISSLA), el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Comunidad de Madrid (IRSST), el Centre de Seguretat i Salut Laboral de Barcelona (por medio de informes propios, de la Inspección de Trabajo e incluso de sentencias judiciales), y del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN, antes INSL), acerca de dichas metodologías y su aplicación.
De los criterios de de estos Organismos, que en la mayoría de los casos ponen “a caer de un burro” los procedimientos utilizados en las empresas, las conclusiones que podemos son: por un lado la dudosa legalidad de dichos métodos respecto al marco normativo vigente, principalmente porque dichos métodos no toman en consideración los criterios establecidos en la legislación (hay métodos que se llevan aplicando en las empresas desde antes de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, Reglamento de los Servicios de Prevención, Normas UNE…), y por otro lado, porque no aportan confianza sobre el resultado de su aplicación, lo cual, también constituye un incumplimiento legal (art. 5.2 del RSP).
Y esta última conclusión no puede considerarse “gratuita”, todos somos conscientes de la situación de las plantillas, y ahí están los datos, sus datos de siniestralidad, que corroboran dicha situación.
No nos ha sido fácil conseguir estos datos. En algunos casos ha tenido que intervenir la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, incluso con propuestas de actas de infracción, en otros, son los propios Comités de Empresa los que impiden el acceso a dichos datos.
Esto ha posibilitado que el estudio no haya podido ser más amplio y representativo.
Pero esta es la realizad a la que nos enfrentamos a diario, por un lado la ocultación sistemática de la realidad en base a unos datos en algunos casos muy maquillados, y en otros, como puede ser el caso de G. M: España, enmascarados, en base a terminologías que la propia Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha dicho que no es adecuada.
Que no pretendan engañarnos. ¿Alguien puede creerse que con similares procesos productivos, tan agresivos que nos exprimen hasta llevarnos al límite, haya empresas en las que no se den enfermedades profesionales y una pírrica cantidad de accidentes (caso de G. M. España y PSA – Peugeot)?
Pero detrás de estos datos hay otros escalofriantes, como son los altísimos números de trastornos músculo-esqueléticos que están siendo tratados en las propias empresas (a modo de ejemplo, en 2012 se realizaron en PSA – Peugeot 27188 sesiones de fisioterapia, que darían una media de 13 sesiones por trabajador), y de trastornos músculo-Gesqueléticos encontrados con motivo de la vigilancia de la salud, y que en su gran mayoría son tratados en la Sanidad Pública, o como por ejemplo, que en G. M. España en el periodo comprendido entre 2006 y 2012 se concedieron 467 incapacidades totales permanentes, 3 de ellas con contingencia laboral.
El estudio también pone de manifiesto ciertas políticas que llevan a cabo las empresas, y que tienen muchísima repercusión en los datos, como son la concesión de permisos retribuidos en lugar de bajas, de las de las reubicaciones en base a la capacidad residual de l@s Trabajador@es, que son prácticas ilegales y habituales en algunas de estas empresas como por ejemplo G.M. España y PSA – Peugeot.
Pero estas prácticas, de las que claro está, no facilitan ninguna información, únicamente consiguen maquillar las cifras reales de siniestralidad, una siniestralidad que podemos comprobar a diario.
¿A qué pueden obedecer estas políticas empresariales? En algunos casos para poder optar a las deducciones de las cotizaciones del programa BONUS-MALUS, en base a reducir la siniestralidad, o por estar constituidos como Entidades Colaboradoras de la Seguridad Social, es decir actuando como Mutuas, o simplemente parar poder optar a unos ”premios” poco creíbles que se otorgan entre las fábricas de los consorcios.
Sobre el futuro, hay cuestiones que de momento se nos escapan como puede ser los efectos que pueden provocar los resultados de las últimas negociaciones colectivas, con incrementos de jornada, mayor flexibilidad, etc. ¿Qué pasará cuando lleguen tiempos de vacas gordas, y nos apliquen toda la flexibilidad al alza?
De lo que si estamos seguros es que los efectos del “presentismo” (acudir a trabajar cuando no se está en condiciones, por miedo a represalias), ya están contribuyendo a elevar el número de enfermedades profesionales, de manera importante.
Estas van a ser las consecuencias de una crisis en la que nos hemos visto inmersos, de la que como Trabajador@s vamos a salir muy perjudicados, y cuyos únicos beneficiarios van a ser quienes la han generado.
Para concluir, decir que el estudio no nos ha descubierto nada, y que las conclusiones a las que nos ha llevado, no hacen sino confirmar algo de lo que todos somos conscientes, al menos en la FESIM de CGT: que los procedimientos de evaluación de riesgos no son adecuados ni proporcionan confianza sobre su resultado, y que la prevención en las empresas se reduce a un mero cumplimiento burocrático, con una legislación que deja muchas lagunas al descubierto.
En definitiva, el estudio saca a la luz, que la verdadera Prevención está reñida con la aplicación de agresivos sistemas productivos en las empresas, y como consecuencia de ello, l@s Trabajador@s estamos cada vez más machacados.
No podemos pasar por alto, sin querer entrar en ningún triunfalismo, que este estudio fue presentado en la XII Conferencia Internacional de Occupational Risk Prevention (ORP), que tuvo lugar en Zaragoza los pasados días 21, 22 y 23 de mayo, y que contó con un asistencia final de más 1.500 personas, de 54 países, obteniendo el reconocimiento del Comité Científico de la misma “por su contribución a la mejora de la gestión de la seguridad y la salud en el trabajo”.
Enlace estudio: https://fesimcgt.wordpress.com/congreso-orp-2014/
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CGT – FESIM