Los
centros de trabajo de Correos, durante la campaña electoral, se están viendo colapsados por la cantidad ingente de cajas que
contienen propaganda electoral que envían los partidos políticos. La sección sindical de Correos de CGT denuncia que,
frente a esta situación de aumento desmesurado de la carga de trabajo, no se ha correspondido con el necesario aumento de
plantilla para poder llevarlo a cabo; y sí con presiones de la dirección para que cada trabajador asuma la carga tanto de
la correspondencia habitual como de la electoral.
Frente a la lógica de “a mayor trabajo, más plantilla para
realizarlo”, Correos, en todos los procesos electorales siempre ha afrontado las elecciones con la misma plantilla que
habitualmente o reforzando con escasa contratación, y fomentado o haciendo la vista gorda al fraude generalizado a la
Seguridad Social que se realiza en Correos durante cada campaña.
Durante estos días de campaña, no resultará raro
ver a trabajador@s de Correos repartiendo por la tarde o a sus familiares, y no estando ninguno de ellos, en esos momentos,
cotizando a la Seguridad Social, ya que Correos pretende que cada trabajador, en horario de mañana que es cuando está
asegurado, garantice el correo habitual, y “cuando pueda le dé salida” al electoral. Esto sucede ya que cada envío
electoral es abonado aparte a cada cartero, pareciendo en vez de asalariados con un horario, comisionistas o trabajadores a
destajo por la mañana asegurados y por la tarde sin asegurar.
Mientras tenemos 5 millones de parados, Correos, con un
presupuesto de más de 38 millones de euros para las elecciones, prefiere no contratar y que el ingente aumento de trabajo
lo realice la plantilla que acepte, bajo presiones, trabajar sin cotizar por la tarde.
La escasez de plantilla
de muchos barrios o pueblos supone que no se reparta todos los días el correo habitual, ahora incrementado con la propaganda
electoral. A esto se añade que se realiza con menos plantilla que con respecto a las anteriores elecciones generales, ya
que Correos ha suprimido 7.000 puestos de trabajo, o con respecto a las municipales de mayo de este año, ya que Correos ha
suprimido varios cientos de puestos durante este escaso periodo.
El despilfarro de 38 millones de euros para una
campaña electoral de 15 días sin que suponga un beneficio social para parados, mientras trabajadores de Correos trabajan sin
cotizar a cambio de “comisiones” por envío; CGT no entiende que se produzca en la, hasta hace poco, mayor empresa
empleadora del país estatal y más siendo de titularidad pública.
El despilfarro de la campaña y la
insensibilidad de Correos frente al paro, cuando puede porque dispone de recursos, no sucede sólo en elecciones, ya que en
los últimos meses se está produciendo numerosos despidos de trabajador@s de Correos que luego la administración de justicia
considera improcedentes y que son indemnizados con dinero público.
CGT- Correos Valencia