En octubre un vendedor ambulante murió triturado en un camión de basura. La causa fue que la policía le requisó su mercancía por no tener licencia de vendedor y negarse a pagarles un soborno, le arrojaron la mercancía, unas piezas de pez espada al triturador, pero Mohsin Fikri, el vendedor, al ver como perdía su sustento, se lanzó al camión para rescatarla, muriendo en el intento.
Eso ocurrió por la tarde en una transitada calle de Alhucemas (capital del Rif occidental) a la vista de decenas de personas que circulan por allí. En varias horas miles y miles de manifestantes en la ciudad pedían la detención y castigo de los responsables, y el fin de la corrupción y la indignidad por parte del estado y sus funcionarios. Desde aquél día las manifestaciones no han hecho más que extenderse a todo el Rif, e incluso a muchas otras ciudades de Marruecos.
El régimen monárquico y dictatorial se enfrentó a las manifestaciones acusándolas de estar promovidas por el Frente Polisario, los servicios secretos argelinos e independentistas exiliados, pero nada menos cierto: las reivindicaciones no tienen nada que ver con peticiones nacionalistas o autonomistas, piden una Universidad en Alhucemas y el reforzamientos de las instituciones educativas de la zona y un Hospital especializado en oncología (el Rif es la región con más casos de cáncer en Marruecos, secuela aún de la utilización masiva de gas mostaza por el ejército español en la guerra de ocupación colonial) e inversiones para crear empleos y que la juventud tenga una opción laboral distinta a las actuales: la inmigración a Europa o el cultivo y tráfico de cannabis.
El 18 de mayo de 2017 hubo una manifestación con una participación masiva y el régimen monárquico se decidió por la represión severa contra las protestas; 25.000 policías inundaron el Rif, hubo cientos de detenidos, entre ellos los principales portavoces de las protestas.
Pero la movilización popular continúo y surgieron nuestros portavoces e impulsores de la lucha (Nizar Zafazafy, Mohamed Medjaoui y otros) se consolidó el movimiento, autodenominándose «Movimiento Popular del Rif» (Hirak), basándose en asambleas populares y en movilizaciones callejeras pacíficas, rehuyendo el enfrentamiento con las fuerzas policiales, aunque cuando éste desencadena, muestran firmeza en las calles y no pliegan a sus imposiciones.
Hay otra característica del movimiento que se debe destacar: la participación masiva de las mujeres en el movilizaciones callejeras. Algo que era desconocido por el carácter rural y tradicional de la zona. Pero este fenómeno se profundiza hasta el punto que cada vez mujeres son elegidas para cubrir las portavocías que antes desempeñaban los ahora detenidos. Es el caso, por ejemplo, de Naoual Benaissa, principal figura pública del Hirak, lo cual constituye ya una auténtica revolución en la machista sociedad marroquí.
En todo el Rif se han creado comités del Hirak, e incluso, a partir de las comunidad de inmigrantes rifeños en los distintos países de Europa, se han creado comités del Hirak en Francia, Holanda, Bélgica, …y también en España, en Madrid, Barcelona, Bilbao y otros. Estos comités impulsan la movilización, la sensibilización de la opinión pública y la solidaridad internacional.
ver video relacionado: Publicado el 28 jun. 2017 El pueblo rifeño lleva meses de protestas pacíficas exigiendo derechos políticos, sociales y culturales frente a unos poderes oligárquicos que lo han reprimido brutalmente. Es un pueblo entero en las plazas y las calles, defendiendo las reivindicaciones legítimas del Rif. No hay vuelta atrás. Se acabó la humillación. Se acabó el ‘hogra’. Se acabó el miedo.
(texto facilitado por un afiliado de CGT, activista en movimientos sociales, defensor de derechos de largo tiempo)
Desde la Secretaría hacemos una llamada para que desde los entes locales sepamos darles apoyo y propiciemos que nuestros afiliados y afiliadas rifeños y marroquis puedan sentirse actores de un proceso común.
Secretaría de Relaciones Internacionales de CGT