Escudos humanos…

La campaña de

desprestigio de las protestas contra los recortes y contra las cargas policiales en Valencia, no se ha hecho esperar.

Previa y posteriormente a las mascletàs se suceden cada día desde el 1 de Marzo, breves manifestaciones dirigidas a los

representantes políticos que se dan el baño de masas sobre el balcón del ayuntamiento de la capital.

Estas manifestaciones, como es obvio, no son del gusto de todos los

valencianos, y algunos malintencionados, políticos los primeros, se han encargado de acusar a la masa manifestante de

insultar a las falleras infantiles, de 8 o 9 años, que saludan con ilusión a los valencianos desde el balcón. La Junta

Central Fallera, o las propias falleras mayores de anteriores años también se apuntan a esta respuesta con sendos comunicados, con tal

de defender la integridad de SUS fiestas.

A ello, el manifestante

responde:

– Fallas sí, protestas también. Que las Fallas son del pueblo, y no

solo se respeta a las figuras de los falleros, sino que se les pide que se unan a la protesta, porque antes que ser

falleras y falleros son valencianas y valencianos. Son ciudadanos. Que no se les insulta. Que la cosa no va con ellos, sino

contra los representantes políticos que emplean como escudos humanos a las falleras para aplacar las críticas.

– Las protestas se focalizan antes y después de la

mascletà porque:

El Ayuntamiento es un símbolo de la institución

pública, donde se asoman algunos de los representantes políticos sobre los que caen las críticas.

Es un foco de atención idóneo para difundir la inconformidad de una parte

importante del pueblo hacia los que les rodean y de cara a los medios.

Porque la calle ya está cortada, y eso que se adelanta.
Porque es un evento popular, que disfrutamos todos, que aplaudimos todos, y

por eso, no debemos dejar que el sonido de los petardos silencie todo lo que ocurrió semanas anteriores o la irregular

gestión económica del gobierno de la Comunidad Valenciana.

Porque

desgraciadamente la fiesta valenciana está más que politizada, y eso hay que recordarlo. Que no es la fiesta de Rita, que es

la fiesta de Valencia.

– Porque YO amo más esta ciudad que TÚ. Y por eso YO me

manifiesto, y TÚ te ofendes.