No se puede decir que “Escuela de Rebeldía” (Periférica) sea una novela histórica, tampoco un panfleto
político ni estrictamente una biografía. Mucho menos se podría definir como una historia de amor o un relato de alta carga
existencialista. Y es que a pesar de no encajar en ninguna de esas definiciones, contiene algo de cada una de ellas, pero
por encima de todo nos encontramos ante un canto a la libertad, a la de verdad, no a aquella que empieza y termina en uno
mismo, sino en la que converge con la de los demás. Cultura | Kepa Arbizu – TerceraInformación
Salvador Seguí, apodado “El noi del sucre”
(El chico del azúcar), fue un personaje significativo en el anarcosindicalismo catalán de la primera parte del siglo XX,
un miembro relevante de la CNT y también el autor de esta brevísima novela. Su publicación llegó de manera póstuma, unos
días después de su asesinato (10 de marzo de 1923) por los pistoleros del Sindicato Libre, afín a los intereses más
reaccionarios. Un hecho que desvela todavía más el carácter autobiográfico que se esconde tras este relato.
El
protagonista de la historia es un joven de una familia trabajadora, siempre marcado por la tragedia, y que ya desde muy
pequeño decide que su futuro no está ligado a su pueblo natal y que sus ansias de libertad necesitan un entorno, a
priori, menos enclaustrado. De ahí su decisión de partir hacia Barcelona. Es allí donde se acercará, por una parte a la
vida bohemia que descubre, y por otra a un espíritu contestatario y justo, consecuencia de su vivencia como trabajador en
una imprenta, que derivará en una mala fama con respecto al patrón. Circunstancias que recuerdan a las expresadas en alguno
de sus libros Jules Vallès (también publicados en la misma editorial).
El comportamiento adquirido se acuciará tras
una relación trágica con una mujer que le hará comprender que las personas de una determinada clase social están
predestinadas a no alcanzar todas las “bondades” de la sociedad, debido principalmente a la existencia de un sistema
radicalmente injusto. Es aquí donde nacerá su implicación política y elconsiguiente desencadenante de la represión que
sufrirá en el transcurso de la huelga que se celebra en la ciudad.
Aunque la novela no pretende ser un análisis
histórico minucioso, en cierto medida la longitud del relato tampoco lo permitiría, sí que la ambientación retrata con
claridad el contexto que se vive en esas primeras décadas en Catalunya, con la efervescencia de revueltas obreras, la
represión del gobierno (acompañado de pistoleros a sueldo) y también las tensiones entre los diferentes tendencias política
(anarquistas, republicanos, catalanistas, etc..) y sus dificultades para hacer un frente común.
Lo más destacable del
libro sin embargo proviene de la reflexión humana (eminentemente política a la vez), para nada condescendiente, en la que
se mezcla el espíritu trágico que acompaña al protagonista con la necesidad de crear individuos libres. Reflexión a la que
se acerca sin ningún tipo de maniqueísmo y poniendo el acento en la educación de los individuos como método esencial para
llegar a esa meta, no obstante el autor fue discípulo del pedagogo Francisco Ferrer i Guardia.
“Escuela de Rebeldía”
es un libro simple (en la mejor acepción del término) y directo en su mensaje, donde las retóricas líricas no tienen lugar,
al igual que solía hacer, por ejemplo, Upton Sinclair. Es precisamente esa naturalidad y cercanía, causantes de la alta
humanidad que desprende el libro, el gran mérito de esta obra, que es una reivindicación de la libertad a pesar de las
graves consecuencias que puede conllevar. Algo que, como idea genérica, sigue totalmente intacta.