Entre los datos a resaltar del Informe de EAPN (Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Socia) está la mejora en el indicador de personas que viven en hogares con baja intensidad en el empleo, lo que muestra que el número de personas con contrato ha aumentado, pero con empleos parciales y con sueldos bajos que dificultan llegar a fin de mes. A esto se le añade la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, situando a España entre los países desarrollados donde los salarios reales caen más debido a la inflación.
En un estudio reciente, se recoge que España tiene una de las tasas de pobreza laboral más altas de Europa, y va en aumento. El 16 % de los hogares con personas trabajadoras son pobres y esta pobreza se asocia principalmente a salarios bajos y periodos de inactividad o desempleo de uno o más miembros del hogar, así como a las reducciones de jornada y/o salario.
Cabe destacar el aumento desde el año 2005 del riesgo de pobreza laboral en hogares donde viven jóvenes de entre 18 y 35 años, siendo especialmente elevado en los hogares donde el sustentador es menor de 35 años (un 23 % de estos hogares están en riesgo de pobreza).
La pobreza laboral en España es fruto de una combinación entre inestabilidad laboral, bajos salarios y políticas familiares insuficientes. En el 65 % de los hogares se asocia a bajos salarios y/o desempleo, mientras que en el 35 % de casos restantes se asocia al exceso de carga en el hogar.
1 de cada 5 contratos dura una semana
Si bien es cierto que el porcentaje de contratos indefinidos sobre el total ha crecido en los últimos dos años, son las jornadas a tiempo parcial las que predominan. Bien en forma de indefinido a tiempo parcial o los fijos discontinuos.
Así, la antigua contratación por obra y servicio, el contrato temporal más utilizado, ha sido prácticamente sustituido por el de fijo discontinuo. Se consigue un porcentaje mayor de contratos considerados indefinidos, pero la realidad es que no son indefinidos estables: el 19,2 % del total de los contratos ha durado menos de una semana en septiembre. Esto es, 1 de cada 5 contratos de los casi 1,4 millones que se firmaron ese mes.
Pero, además, la duración media de cada contrato que se firma sigue cayendo. En 2021 fue de 61 días, dos meses. En 2023, en el mismo mes, septiembre, ha sido de 48 días, un mes y medio.
Se tiene carencia material y social severa si se cumplen 7 elementos de esta tabla de 13
Carencia material y social severa. Se calcula de forma separada por cada miembro del hogar. Si declara tener carencia en al menos 7 elementos de los 13 de la lista:
1º No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año.
2º No puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días.
3º No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
4º No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 650 euros).
5º Ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos en los últimos 12 meses.
6º No puede permitirse disponer de un automóvil.
7º No puede sustituir muebles estropeados o viejos.
8º No puede sustituir ropa estropeada por otra nueva.
9º No puede permitirse dos pares de zapatos en buenas condiciones.
10º No puede permitirse quedar con amigos/familia para tomar algo al menos una vez al mes.
11º No puede permitirse participar regularmente en actividades de ocio.
12º No puede permitirse gastar una pequeña cantidad de dinero en sí mismo/a.
13º No puede permitirse conexión a internet.