El veterano militante anarquista ha muerto esta mañana en el Santiago Apóstol a los 98 años.
Felix Padín Gallo, referencia del anarquismo, y símbolo de la lucha contra el franquismo, ha fallecido esta mañana en el Hospital Comarcal Santiago Apóstol de Miranda, donde permanecía ingresado desde el pasado domingo. Nacido en Bilbao en 1916, era militante de la CNT desde los 14 años. Perteneció a diferentes grupos de acción durante la República.
Y el mismo 18 de julio, cuando se produjo el alzamiento militar, partió con otros compañeros hacía Otxandiano, donde días después fue testigo de uno de los primeros bombardeos de la guerra. Fue miembro de los batallones Durruti e Isaac Puente, del que llegó a ser teniente y luchó en diversos frentes, destacando la batalla de Villarreal.
En junio de 1937 fue hecho prisionero en Arrigorriaga, y si bien no fue fusilado, fue el comienzo de seis años de sufrimiento en distintos campos de concentración, entre ellos el de Miranda, y batallones de trabajadores. «Nos quitaron todo, menos la dignidad», le gustaba decir a Padín, a quien el pasado agosto los achaques propios de su avanzada edad no le impidieron presentarse en los juzgados de Miranda para declarar como damnificado del régimen de Franco. Un testimonio clave en la querella instruida por la magistrada argentina María Servini.