El día 1 de Mayo, día reivindicativo y de lucha para la clase trabajadora, tuvimos conocimiento de esta triste y nefasta noticia, la perdida de nuestra querida compañera Concha, a sus 97 años, hecho que ya se había producido el pasado día 19 de Abril en Caracas (Venezuela), lugar dónde Concha residía junto a su hija desde hacía 66 años, desde que en 1948 decide trasladarse allí desde su exilio en Francia (París, Burdeos) tras el fin de la guerra civil.
La última vez que tuve la oportunidad de estar con Concha Liaño, fue en 2007, cuando estuvo en España con motivo del Homenaje de CGT a Mujeres Libres en Zaragoza.
Todas las compañeras y compañeros que tuvimos la suerte de estar allí, de conocerla con 90 años, pudimos impregnarnos de la juventud, vitalidad, entusiasmo, capacidad de trabajo, de iniciativas, de compromiso militante… que esta mujer seguía manteniendo.
Las mujeres, la familia libertaria, sentimos esta enorme pérdida, pero queremos transmitir, como ya se lo habíamos hecho saber a ella, que su lucha había sido provechosa, que las semillas que había plantado habían dado sus frutos, que las generaciones posteriores estábamos, están y seguirán estando orgullosas de haber contado con ella entre las filas anarquistas y libertarias, orgullosas de su ejemplo, de sus convicciones, como quedan reflejadas en una entrevista publicada en 2012, en la que Concha define así la libertad “Un hombre encadenado puede sentirse más libre que uno que anda por la calle”.
Los sueños, sus sueños, se hicieron realidad en el “corto verano de la anarquía” cuando el pueblo protagonizó en 1936 una enorme Revolución Social.
Concha tu estabas allí, Concha tu formaste parte de ello, Concha tu contribuiste a ese eterno ejemplo que el anarquismo, el movimiento libertario, ha aportado a la Humanidad para todos los tiempos. La vida ha merecido la pena vivirla.
El mes de abril es un mes de revoluciones, de esperanzas, y ha sido en este mes de abril cuando nos han dejado personas de la categoría personal, militante e intelectual de la talla de Concha Liaño, Aurora Molina Iturbe, Conxa Pérez. Gracias y felicidades por vuestra existencia.
Que la tierra os sea leve compañeras