- Desde CGT, no podemos olvidar las promesas incumplidas como la derogación de la ley mordaza o los coeficientes reductores que el actual gobierno se niega a aplicar.
Ante el debate y anuncio del acuerdo programático de Gobierno entre PSOE y Sumar, cuyo supuesto objetivo es progresar en aspectos sociales tan importantes como la reducción del tiempo de trabajo sin reducción de salario, desde CGT queremos manifestar lo siguiente:
La propuesta se Sumar, es de entrada de 37 horas y media, algo que ya recogen algunos convenios de sector, y que queda muy lejos de las 32 horas semanales anunciadas desde el principio.
En CGT llevamos años reivindicando y luchando, tanto a nivel general por una reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales sin reducción de salario porque entendemos que el reparto justo del trabajo y de la riqueza que genera, y que en la actualidad está siendo repartida de forma absolutamente desigual (aumentando las fortunas de los ya ricos y empobreciendo a la clase trabajadora), es algo que llega tarde y que hace años que debería de haberse conseguido.
No es una mala noticia que se den pasos en la dirección correcta en este aspecto. Sin embargo, la insistencia en la necesidad de llegar a un consenso con los “agentes sociales” no augura nada bueno. Los pactos de este tipo, que la clase trabajadora llevamos sufriendo durante decenios, alcanzados por parte de los empresarios y los dos «sindicatos mayoritarios», no sólo no han reducido la brecha en esa dirección si no que han sido la causa de este fatal reparto de la riqueza. Son numerosos los convenios, firmados por estas mismas partes, que han conllevado aumentos de jornada, justo en la dirección contraria a la lógica y a lo que gran parte de los países que nos rodean llevan aplicando desde hace años.
Los avances tecnológicos, la robotización o los sistemas digitales son herramientas que deberían haber tenido un impacto histórico en la reducción del tiempo de trabajo y en un reparto justo de la riqueza. Por el contrario, llevamos desde 1919 con la misma jornada de 40 horas semanales, y fijada después en el Estatuto de los Trabajadores el 10 de marzo de 1980.
Por otra parte, desde CGT, no podemos olvidar las promesas incumplidas como la derogación de la ley mordaza o los coeficientes reductores que el actual gobierno se niega a aplicar.
Se siguen oyendo voces apocalípticas del empresariado contrarias a una medida cuyo fin debería ser el corregir la actual situación de precariedad, de enfermedades profesionales y de desempleo que generan las políticas y acuerdos de los “agentes sociales” que, en el sentido contrario, van aumentando los ritmos de trabajo y la explotación sobre la clase trabajadora.
Exigimos a los llamados “sindicatos mayoritarios” que cambien su política de aceptación de las imposiciones empresariales y a luchar por un verdadero reparto del tiempo de trabajo y de la riqueza. A luchar, tanto a nivel general como en cada convenio colectivo, por la reducción de la jornada sin reducción salarial, por rebajar los ritmos de trabajo, las presiones de las mutuas para volver a trabajar sin estar en condiciones óptimas para ello, a luchar contra los incumplimientos en materia de seguridad y salud…
Ese debate y ese análisis lo seguiremos llevando adelante durante los próximos meses en los que CGT desarrollará una campaña con el fin de hacer ver la necesidad real y creíble de caminar hacia una reducción de jornada mucho más amplia que la anunciada por los socios del «gobierno más progresista de la historia».
En CGT seguiremos luchando por:
- Derogar la ley mordaza
- Aplicación de los Coeficientes reductores.
- Jornada laboral de 32 horas