La Brecha es una herramienta que sirve para dar visibilidad a las distintas realidades laborales que vivimos la clase trabajadora. Este mes de abril de 2024, queremos hablar sobre hostelería en el momento actual. Para ello publicamos un texto Ana Geranios (Algeciras, 1988), autora de Verano sin vacaciones (Piedra Papel Libros, 2023). Para la autora: “Reducir la actividad económica en este país al turismo es algo peligroso y ya llevamos bastantes años sufriendo las consecuencias. Mientras, los gobiernos y las empresas privadas del sector siguen fomentando que nuestras casas sean transformadas en apartamentos de alquiler vacacional. Hemos llegado a un punto en el que las necesidades de la población habitante del territorio, y por lo tanto población trabajadora, quedan en segundo plano frente a los servicios pensados para que el turista siga viniendo. Se trata de una política del desgaste constante y de un consumo de usar y tirar, que se basa en prestar servicios puntuales de forma continuada a personas que consumen de forma puntual, ya sean turistas o no”. Pero al mismo tiempo añade, “el turismo también somos nosotrxs”, que “hemos asumido el rol de turistas”. A partir de esa conclusión, la autora abre un debate en el que el tiempo y el capitalismo son factores fundamentales.
En opinión del colectivo editor de La Brecha: «Son muchas las problemáticas que se entrecruzan cuando hablamos del turismo y la hostelería en el Estado español: la enorme precariedad en el empleo, el deterioro de la vida y su entramado ecológico en el territorio en que se concentra el turismo, el nocivo modelo de consumo y la jerarquía que se genera entre trabajadoras y clientes, etc. En estas cuestiones se centra este último número de La Brecha, con el objetivo de espolear debates que nos interpelan a todxs”.
Este es un problema que se viene arrastrando desde hace más de 20 años, aunque ya nos desborda… Se diseño en la Comunidad Económica Europea, que nos quedaríamos los españoles como camareros de los europeos, y se destruyó la industria que teníamos ( decían que estaba absoleta), así desapareció y no se renovó. Y, ya remató nuestra mal tratada industria la globalización. Recuerdo cómo en 2006, un conocido me vendía el traslado, de lo poco de industria que nos quedaba, a China, Europa del Este….. cómo nuestra salvación de País. Así nos pasó factura con la pandemia y lo seguimos pagando: todos los males que nos han venido de estás nefastas políticas, qué llevamos arrastrando hace años, ahora se han cronificado y nos están desbordando, hasta el punto que echan a los habitantes de las ciudades, hacia la periferia o los pueblos.
Bueno, por lo menos los pueblos ganan, a ver si se recobra un poco la España deshabitada, aunque tampoco hay industria, ni mucho trabajo, sobre todo lo siempre para las mujeres!!!