Los sindicatos del “Pacto Social continuo”, escondidos durante estos largos años de crisis-estafa, vuelven a querer “ser necesitados” por la patronal y los partidos gobernantes, para intentar llamar la atención y que les hagan un poco de caso.
Lo intentaron en noviembre pasado, con dos llamamientos a la “movilización”, para “presionar” a sus interlocutores, gobierno por un lado, en la mesa del Pacto Social donde se discute el marco de relaciones laborales y las pensiones y, por otro, a la patronal CEOE, con la que pretenden establecer referencias de incrementos salariales para la negociación colectiva.
La sociedad civil, las clases trabajadoras, no respondieron a esa movilización y quedó al descubierto la “táctica instrumentalista”, que solamente les usa como “fuerza de choque de usar y tirar” para llegar a unos acuerdos “vergonzantes”, los cuales, a lo largo de los últimos 30 años no han hecho sino liberalizar, desregular el mercado de trabajo y ser corresponsables de la actual situación de “emergencia social” en que nos encontramos la mayor parte de la sociedad.
Los sindicatos institucionales vuelven a querer recuperar su papel de “funcionales” a patronos y a sus representantes (los políticos). Sus llamamientos, ahora son manifestaciones descentralizadas el 19 de febrero. Buscan tener “alguna fuerza”, como carta de “negociación” en las mesas en las que se encuentran.
A la CGT, como ya manifestamos en las anteriores movilizaciones de Noviembre del 2016, no nos vale como principio básico de la sociedad un nuevo “contrato social cualquiera”: aceptación del régimen constituido de las finanzas, de las desigualdades, del suicidio colectivo en los modos de producir y consumir, de la lucha de todos contra todos (competitividad); de la sociedad de las mercancías y no de las personas; del gobierno de las “instituciones” y no de la autogestión de la Vida por parte de las personas.
Se hace necesario una movilización social, amplia y radical, de los millones y millones de personas que hemos sido desposeídas de nuestros Derechos Fundamentales: el trabajo, la casa, los salarios, las pensiones y los servicios públicos más elementales. Estos “agentes sociales” han sido parte fundamental del problema y, por tanto, no son parte de la solución.
La CGT, junto a numerosas organizaciones y movimientos sociales, con los sindicatos alternativos y las distintas plataformas en defensa de lo público, de lo común, si ha estado en la calle, construyendo organización de manera cooperativa y solidaria, con el único objetivo de enfrentarnos a las políticas neoliberales y que las personas, todas, tengamos Derecho a tener Derechos para tener un proyecto de vida digno.
Las Marchas de la Dignidad, representan ese “recipiente de encuentro” de las personas de abajo, y es desde la calle, no desde los despachos, que han sido capaces de parar desahucios, de impedir despidos, de ejercer solidaridad cuando alguien es criminalizado por defender lo de todos y todas (la huelga, la sanidad, la educación…) y de pelear contra una Deuda ilegítima que nos está robando todo nuestro sistema público de Protección Social, comenzando por las Pensiones y los salarios.
El día 25 de Febrero volveremos a las calles para defender las Pensiones y los Servicios Públicos, el No al pago de la Deuda ilegítima, la derogación del artículo 135 de la Constitución y la Amnistía Social para todas las personas represaliadas por luchar. Defenderemos también la derogación de las dos últimas reformas laborales y de las leyes mordaza. Esa es nuestra Movilización, con las personas y colectivos que no han sido cómplices de este gigantesco “atraco social”.
No queremos un nuevo “Pacto Social” ni un nuevo “pacto de Toledo”. Las clases asalariadas y la sociedad civil, no nos sentimos representadas por quienes son parte del problema. La lucha de las personas desposeídas y robadas, la mayoría social, es la única fuerza que hará posible una sociedad con mayor justicia social.
EL 25 DE FEBRERO OCUPEMOS JUNTAS LAS CALLES
Secretariado Permanente del comité Confederal de la CGT