El Ministerio Público aprecia un delito de revelación de secretos en la actuación de Ana Brugger, acusada de ayudar en una prueba a una amiga, asesora hoy de Vox y también imputada.
La Fiscalía provincial de València ha presentado un escrito al juzgado de Instrucción 19 en el que se opone al archivo de la imputación de la exdirectora general de Función Pública, Ana Brugger, por presuntamente escribir y entregar a una de las aspirantes las preguntas de un examen para una oposición.
El ministerio fiscal también se opone al archivo de las actuaciones abiertas contra la aspirante presuntamente beneficiada, María Gonzálbez, quien en la actualidad trabaja como asesora de Vox en el grupo parlamentario de las Corts valencianes.
En cambio, la dos imputadas han pedido el sobreseimiento, mientras que los denunciantes, el sindicato CGT, ha planteado nuevas diligencias para esclarecer los hechos. Ahora tendrá que ser el juzgado el que valore los argumentos de todas la partes y decida si abre el camino para que el caso llegue a juicio o archiva las diligencias.
El escándalo, del que se hizo eco este periódico, generó un importante revuelo en su momento dada la gravedad de los hechos. Brugger es muy conocida en el ámbito de la administración autonómica y fue alto cargo entre los años 2012 y 2015, pero también tuvo la llave de la provisión de puestos de trabajo como jefa de servicio durante años.
Según consta en las actuaciones, Brugger, observadora en una oposición, fue presuntamente pillada in fraganti por dos compañeras cuando, en lugar de vigilar que nadie copiara, ella misma apuntó las respuestas del examen en un folio y entregó este a una opositora que, al parecer, era su amiga ya que la había saludado con efusividad al inicio de la prueba. Al parecer, estos hechos fueron corroborados por dos funcionarias y constan en el escrito de incidencias que en su día se presentó ante la conselleria.
La exdirectora general de Función Pública del último Consell del PP y la actual asesora de Vox ya han declarado por estos hechos en el juzgado. Según estas fuentes, ambas negaron los delitos que les atribuyen las acusaciones y sólo respondieron a las preguntas planteadas por sus defensas. Según esta información, la Fiscalía aprecia en sus conductas un presunto delito de revelación de secretos, mientras que CGT planteará que los hechos responden a un presunto delito de falsedad documental.
Según consta en la denuncia que elevó Fiscalía al juzgado, los hechos investigados tuvieron lugar el 10 de marzo de 2018, ese día Ana Brugger formaba parte de los funcionarios designados por la dirección general de Función Pública de la Generalitat para vigilar la transparencia y corrección en unas pruebas de oposición que se desarrollaron en la Univerasitat de València.
La ex alto cargo, una vez en el aula, «tras anunciarse los temas a contestar, comenzó a consultar su teléfono móvil y a escribir en los folios de los repartidos a los opositores, en lugar de permanecer alerta vigilando a los aspirantes», según el relato de la Fiscalía. Tras escribir varios folios, «se acercó a una aspirante» y se los entregó en su mesa.
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