Ningún trabajador ha llegado a entrar en la fábrica desde las 6 de la madrugada
La huelga iniciada hoy por los trabajadores de la factoría de Pilkington en Sagunt ha arrancado a las 6 de la madrugada con un seguimiento masivo.
Los piquetes informativos estaban en la entrada desde mucho antes e iniciaron enmedio del acceso una quema de neumáticos que todavía continúa. «Aunque se puede pasar por los laterales, de momento, nadie ha llegado a hacerlo. Algunos jefes han venido con sus coches, pero no han llegado a entrar», explicaba a Levante-EMV el presidente del comité de empresa, Rubén López.
Los empleados de esta fábrica de lunetas y parabrisas ya dejaron claro la semana pasada que están dispuestos a detener la huelga si la empresa reconsidera su decisión de reducir casi un 75% su plantilla y pasar de los 400 empleos actuales a apenas 116.
En los últimos días, el comité de empresa llamó a no ir a trabajar, al considerar que «con ello contribuyes a tu propio despido».
Los motivos que han conducido a esta situación son los planes anunciados por la compañía, que dejaban entrever el cierre en unos meses de la línea de laminado y una amenaza total a la supervivencia de una planta diseñada para un volumen de trabajo que quedaba reducido a la mitad. Como recordaba en un comunicado el comité, la dirección » no garantiza el empleo de más de 100 personas, salvo en los próximos 2-4 meses, palabras textuales».
Además, afirman que la empresa «ahora no quiere y dice que no puede hablar de Inversiones ni de ninguna viabilidad posible para la Línea de Laminado y que la decisión es política, no porque otras plantas lo hagan mejor, palabras textuales dichas en reuniones oficiales»; algo que choca de plano con lo acordado el pasado mes de julio en Sagunt con el comité, cuando los trabajdores incluso aceptaron reducciones en sus pagas extras a cambio de un plan de inversiones que garantizara la supervivencia de la línea de laminado.
En un comunciado, los representantes de los trabajadores recalcaron que «la empresa considera que es mejor obtener la mejor indemnización posible para 37 despidos y así después tener que abordar solo el resto hasta 116, palabras textuales dichas en reuniones oficiales»; todo ello pese a admitir desde la dirección que, «con la desaparición de Laminado, la viabilidad del resto de las Instalaciones estaría en serias dificultades, para lo que se ha solicitado ayuda al Grupo y necesariamente pasaría por un cambio sustancial en la plantilla y en sus condiciones laborales, palabras textuales dichas en reuniones oficiales».
Por ello, consideran que «solo nos dejan la alternativa de la lucha obrera a través de la huelga, nos tienen que escuchar en la dirección del grupo y buscar soluciones que conlleven el mantenimiento de las Instalaciones, el mantenimiento de nuestra fábrica».
FUENTE: LEVANTE-EMV