- Artículo de opinión del Secretario General de CGT-ONCE
Cuando la ignominia colonizó la cúpula de la ONCE, la injusticia se institucionalizó en la misma.
Desde hace décadas, solo los millones gastados en publicidad (más de 50 millones de euros en 2016), y la “colonización” de la ONCE en el llamado tercer sector, han conseguido que las denuncias de trabajadoras/es, sindicatos -excepto -UTO-UGT- y algunos partidos políticos sigan pasando desapercibidas o archivadas en “el cajón, de los olvidos”. Aunque judicialmente la ONCE tenga cada vez más sentencias favorables a los trabajadores. Solo un pequeño número de medios de comunicación y algunos periodistas se atreven a publicar algunas de las aberraciones que los directivos de la ONCE con el beneplácito de los distintos gobiernos del Estado y con el pseudo sindicato UTO-UGT cometen contra las trabajadoras/es y afiliadas/os.
Ejemplo del desprecio absoluto con el que los directivos de la ONCE tratan a los más vulnerables e indefensos es el trato inhumano, vejatorio y diría que humillante, que tanto desde la dirección de la ONCE en Benidorm, pasando por la de Alicante, siguiendo por la Dirección Territorial de Comunidad Valenciana y terminando con la Dirección General, con el conocimiento y desinterés absoluto en ayudar a una trabajadora ciega por parte tanto del consejo territorial como del estatal.
Luisa Oliva Palomar es una mujer trabajadora, con treinta y un años de antigüedad en la ONCE.
Ella, como miles de trabajadoras y trabajadores de la entidad “mal dirigida” por Carballeda, se han podido ganar dignamente la vida con su trabajo en la Organización, vendió durante años en Madrid y después vino a trabajar a tierras levantinas. Todo iba bien mientras Luisa (como otros miles de vendedores) vendía lo “suficiente” según estos millonarios directivos que “desgobiernan” la ONCE.
Pero las malas decisiones empresariales, económicas, especulaciones financieras ruinosas (Gescartera, Tele 5, Forum Filatélico, Caja Madrid, Bankia…) la nefasta política de lanzar productos de juego que nacían muertos económicamente y, años después, la llamada crisis que asoló y asola nuestro país terminaron por hacer caer las ventas de todos los vendedores de la ONCE, en especial de los más vulnerables, ciegos y grandes discapacitados. Y a los directivos sobrevalorados se les ocurrió como solución habilitar un canal alternativo de ventas, en el que cabe todo el mundo: gasolineras, quioscos de prensa, estancos, bares, centros comerciales, Correos… y al mismo tiempo sancionar (incluso despedir) a los trabajadores que “no llegaran al mínimo exigido -más de 4000€ mes”. ¡Fantástico!
Luisa sufrió en sus carnes estas bajadas de ventas y empezaron las sanciones, los “controles” las llamadas y toques de atención apercibiendo de que si seguía vendiendo “tan mal” seguirían las sanciones y… que “en la ONCE no vivimos del aire”.
Lógicamente esto terminó con baja médica por depresión agudizando sus patologías y derivando finalmente en la pérdida total del poco resto visual que le quedaba. Que solicitase la incapacidad y después una licencia sin sueldo porque seguro que la Seguridad Social la incapacitaría sin duda con una gran invalidez, que “a otros con menos se la han dado”, le dijeron. Qué bien se aconseja cuando es otro el que decide y paga.
Engañada o como mínimo muy mal asesorada, Luisa pide por motivos de salud y personales esa licencia sin sueldo por dos meses y como no la incapacitan le aconsejan desde su agencia ONCE en Benidorm -de la que depende- que pida otra licencia sin sueldo de en este caso ¡¡DIEZ MESES!!
Así que tenemos a una madre con dos hijos ciega, enferma y sin ingresos durante un año, que está a punto de perder su casa, ya la habría perdido sin la ayuda de sus octogenarios padres.
Luisa ha pedido reiteradas ocasiones poner fin a la licencia sin sueldo con arreglo a lo dispuesto en el convenio colectivo, pero ahora se niegan a ello porque dicen que hay una doble interpretación de dicho articulo, que lo mirarán en una comisión paritaria… ¡¡Manda huevos!
Viendo la situación agónica de Luisa, pedimos ayuda al máximo responsable de los ciegos en la Comunidad Valenciana, Enrique Llin, que ostenta el rimbombante título de presidente del Consejo Territorial de la ONCE en la Comunidad Valenciana- mucho título para tan poca personalidad-, y se comprometió a ayudar a Luisa. “Estamos para eso y solo para eso” dijo sin ponerse colorao.
Bien pues después de que Luisa intentase muchas, muchas veces hablar con D. Enrique, al final logró su objetivo y el día 13 de diciembre, día de Santa Lucia, de especial sensibilidad para el colectivo de los trabajadores, afiliados y amigos de la ONCE, Servicios Sociales de ONCE en Alicante se pusieron a “disposición” de Luisa. Pero no para ayudarle, sino para terminar de rematarla.
La solución y la ayuda que la ONCE con todo su poder económico, con subida de ventas en los dos últimos años, según dice D. Ángel Cánovas, director general de ONCE, que hemos comprado varios hoteles 5 estrellas, que renovaron la flota de coches oficiales con lexus alta gama etc.
Pues la ayuda ofrecida a Luisa Oliva Palomar después de dejarse 31 años de su vida trabajando en y para la ONCE, y teniendo como mínimo los mismos derechos como afiliada a la ONCE por discapacidad severa en la visión que estos cínicos, injustos y súper bien pagados directivos que hace años colonizaron los cargos de poder y han hecho de una entidad otrora ejemplar, la ayuda ofrecida es que Luisa alquile su casa y se vaya con sus hijos, cosas, animales de compañía, en definitiva con su vida, a casa de sus padres, y así con los ingresos de alquiler “podría pagar letras pendientes” y salvar su casa del embargo.
Juzguen ustedes mismos, y califiquen esto como quieran. Yo, como trabajador de la ONCE y representante de los trabajadores, me siento humillado, traicionado y asqueado de tener como máxima representación de la ONCE a estos cuadros directivos. No quiero poner más adjetivos a esta gente porque probablemente terminaría en la cárcel, y además el idioma castellano pese a su profundidad y amplitud se queda muy corto para describir los hechos, las actitudes, aptitudes y bajezas de estos señores y señoras que desgraciadamente rigen la ORGANIZACIÓN NACIONAL DE CIEGOS ESPAÑOLES. Corporación de Derecho público, de carácter social y sin ánimo de lucro.
Adolfo Martínez Gómez
Secretario General de CGT-ONCE