Entre quienes las realizan, el 63% indica que son remuneradas o compensadas por tiempo; sin embargo, 1 de cada 3 trabajadores menciona no recibir ni compensación económica ni horas libres.
Pese a que en el Ministerio de Trabajo se está negociación la reducción de la jornada laboral, sin pérdida de salario ni un incremento en las horas extras, sin embargo en España se hacen 6,5 millones de horas extraordinarias a la semana, y la mitad de ellas no se pagan.
En 2021, a los dos años de la entrada en vigor de la Ley de Control Horario, se ha detectado que la mitad de los trabajadores españoles realizaba horas extraordinarias que no estaban controladas ni pagadas. Ahora, en pleno debate sobre cuestiones relacionadas con el tiempo de trabajo, se ha realizado un informe sobre Control horario y cobro de horas extras, con el objetivo de contar con la visión de la población activa, arrojando luz sobre la situación y condiciones laborales. Del informe se puede extraer que, en los últimos tres años, se ha reducido considerablemente la cantidad de trabajadores que declara hacer horas extras (concretamente, 11 puntos porcentuales menos que en 2021). Sin embargo, el porcentaje sigue siendo bastante relevante, y es que 2 de cada 5 (41%) asegura realizarlas fuera de su jornada laboral.
En cuanto a aquellos trabajadores que las realizan, el 63% indican que están remuneradas (ya sean pagadas o compensadas con horas libres). En contraposición, 1 de cada 3 trabajadores menciona no recibir ni compensación económica ni horas libres. Esta proporción es prácticamente similar a la registrada en 2021.
Quiénes hacen horas extras
Si bien es cierto que hay menos trabajadores que hacen horas extras, el número de horas que se hacen es superior a las registradas en 2021. Alrededor de la mitad de quienes hacen horas extras se sitúan por debajo de 3 horas semanales. Sin embargo, hasta 1 de cada 3 trabajadores declara hacer más de 5 horas extras a la semana, ya sean remuneradas o no.
Por género, el 43% de los hombres afirman realizar horas extras, frente al 38% de las mujeres. En el caso de la edad, aquellos perfiles jóvenes, de entre 16 y 24 años, son quienes hacen horas en mayor medida (con el 58%, vs. el 33% de los que tienen entre 55 y 65 años).
Ambos segmentos (hombres y jóvenes) son también quienes en mayor proporción obtienen remuneración. El 50% de los hombres así lo indican (vs. el 40% de las mujeres). Por edad, el 76% de los jóvenes lo confirman (vs. el 38% de los que tienen entre 45 y 54 años), dato que se incrementa hasta el 91% (casi la totalidad) si se tiene en cuenta la compensación a través de horas libres.
En cuanto a la edad, los más jóvenes son quienes más realizan horas extras, a quienes más se las compensan, y probablemente, como consecuencia o causa, son quienes más intensidad de las mismas hacen. El 12% de los jóvenes entre 16 y 24 años hace más de 10 horas semanales (vs. el 8% de los que tienen entre 45 y 54 años, y el 9% de aquellos que tienen entre 55 y 65 años). En relación con las horas extras no remuneradas, los profesionales más séniors son quienes declaran en menor medida hacer horas extras, pero también reciben menor compensación.
En los últimos tres años, ha habido un ligero avance en el control horario de la jornada laboral. En el primer informe realizado en 2021, el 75% de los empleados declaraba que su empresa lo tenía implantado, mientras que en 2024 son algo más de 3 de cada 4 empleados (el 77%) quienes lo indican. Pero bien es cierto que parece un sistema que se concentra en mayor medida entre las personas que trabajan de forma presencial, ya que 1 de cada 3 trabajadores cuyo modelo es en remoto, asegura que no lo tienen.
En CGT sabemos que las Horas Extras forman parte, como un mecanismo más, del engranaje utilizado por las empresas para mantener, por un lado, las plantillas en unos niveles mínimos de recursos, y por otro, para tener a los trabajadores, que esporádica o habitualmente usan y abusan de ellas, permanentemente comprada la voluntad.
En otro orden de cosas, aunque parece un concepto un tanto «pasado de moda», las consecuencias desequilibrantes de la relación «más tiempo de trabajo, menos tiempo de ocio», no están suficientemente valoradas ni tenidas en cuenta. Desde nuestro punto de vista suponen una auténtica lacra que está marcando, muy negativamente, las relaciones personales y de entorno familiar y/o social.
No podemos tampoco obviar que hay una serie de causas que permiten o ayudan a que la realización de las horas extras está ampliamente extendida, y que incluso en algunos casos sirve para mitigar los efectos de sufrir salarios indignos.
Independientemente de las causas, parece innegable que los efectos son igualmente nefastos:
– Reducciones de plantilla – Aumento de la precariedad – Empeoramiento de las condiciones de trabajo – Una vuelta de tuerca más en la consolidación del concepto insolidario entre los trabajadores.
CGT, somos claros: estamos radicalmente en contra de la realización de horas extras, o cualquier otro concepto que signifique excesos de jornada. Estamos a favor de que el trabajo se reparta bajo cotas de solidaridad.