Tras una primera huelga general el pasado 28 de noviembre en todo el país coincidiendo con el reparto del Black Friday, la Confederación General del Trabajo (CGT) convoca nuevas huelgas, en esta ocasión, en la víspera de Navidad ante la desidia de la empresa pública a la hora de retomar una negociación interrumpida desde mayo.
El sindicato denuncia que Correos tenía la oportunidad de desencallar el conflicto, recuperando la mesa del convenio y mostrando predisposición a asumir las principales demandas de la plantilla. Sin embargo, en la reunión celebrada el pasado día 7 de diciembre en la sede del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) a petición de las organizaciones sindicales, la dirección de la empresa mantuvo su enroque, forzando a la plantilla a proseguir con el calendario de movilizaciones.
Las huelgas previstas para los días 22 y 23 de diciembre buscan aumentar la presión sobre la Directiva tras el primer parón general, que tuvo especial repercusión en grandes ciudades como Sevilla, Bilbao, Madrid o Barcelona.
Desde CGT consideran tremendamente irresponsable mantener un Convenio colectivo caducado desde 2013, con parte de su articulado ya obsoleto por las distintas modificaciones del Estatuto de los Trabajadores y que ha supuesto desde el momento de su firma por parte de CCOO, UGT, CSIF y Sindicato Libre (2011), un retroceso generalizado de los derechos laborales en Correos.
En quince años el colectivo postal público ha perdido alrededor de un 20% de poder adquisitivo, con sueldos que apenas superan el SMI, algo que no habría sucedido de contar con una cláusula de revisión salarial. Asimismo, reclaman una jornada de 35 horas semanales sin perjuicio económico, la cobertura real de todas las plazas estructurales y la recuperación de las decenas de miles de puestos de trabajo destruidos en lo que va de siglo, entre otras medidas.
Inmersos en la campaña navideña -que se caracteriza por un incremento exponencial de la paquetería del ecommerce- también denuncian el aumento de las presiones empresariales y la oferta masiva de horas extra, mientras la contratación se mantiene bajo mínimos a pesar de contar con miles de trabajadores y trabajadoras eventuales en las bolsas de empleo esperando a ser contratados.
Finalmente, el sindicato manifiesta que la «amazonización» de las condiciones laborales está conduciendo al deterioro sin frenos del servicio postal público que Correos presta históricamente. Es por ello que a la necesidad de alcanzar un nuevo Convenio que repare todos los daños del anterior, suman la reivindicación de ser incluidos en el Estatuto Básico del Empleado Público [EBEP] y lograr la equiparación de derechos con el resto del personal acogido al mismo.
Ni la empresa ni el Gobierno pueden seguir mirando para otra parte cuando la conflictividad laboral continúa acrecentándose y la ciudadanía puede verse afectada por los paros en un periodo marcado por las compras y regalos navideños.