asalariados españoles, incluso al de los que todavía conservan sus puestos de trabajo. De una remuneración media de
35.600 euros anuales en 2008 han pasado a 34.476 en 2013, si tomamos como referencia los datos del primer semestre. Ese
descenso, que equivale al 3,5% , representa una merma global de casi 60.000 millones de euros o, lo que es lo mismo, diez
billones de las antiguas pesetas.
Según la ContabilidadNacional que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), las rentas del trabajo sumaron 537.600 millones de euros
en 2008. Y a partir de entonces fueron bajando paulatinamente hasta los 482.600 millones de 2012, como consecuencia de la
destrucción de empleo y de la recorte general de los sueldos que durante este tiempo se ha producido. En 2013, sólo hay
cifras hasta junio, pero todo apunta a que volverán a caer con fuerza.
A lo largo de los seis primeros meses del presente año, en efecto, la
remuneración de los asalariados ascendió en conjunto a 229.200 millones de euros, frente a los 242.700 del mismo periodo de
2012, con una disminución de 13.500 millones (el 4,5%). Si esa tendencia se mantuviera hasta el próximo 31 de diciembre -y,
según los expertos, nada invita a pensar lo contrario- 2013 cerraría por debajo de los 460.000 millones, alrededor de
80.000 menos que 2008.
Una evolución
desigual
Las rentas del capital, sin embargo, han
corrido mejor suerte, sobre todo a partir de 2010, al apuntarse crecimientos significativos del 5,1% y del 2,3% en los
dos años siguientes. Se explica así que durante esta crisis hayan superado a las del trabajo en porcentaje sobre el PIB,
fenómeno que se dio por primera vez en el cuarto trimestre de 2011. La política de ajustes y las sucesivas reformas del
mercado laboral son las culpables de ese vuelco histórico, a juicio de los sindicatos.
Mientras tanto, en la Unión Europea, la remuneración de los asalariados
continúa teniendo un peso mayor, a pesar de la crisis. A finales de 2012 representaba un 49,5% del producto bruto de los
27 Estados miembro, por un 38,3% de las rentas del capital. Si se consideran sólo los 15 países de la zona euro, los
porcentajes son del 50,4% y el 37,4%, respectivamente. En España, las rentas del capital sobrepasan en casi dos puntos de
PIB a las del trabajo (46,1% frente a 44,2%).