Los estibadores lo han conseguido. Su principal reclamación de cara a la elaboración de un nuevo convenio, consecuencia de la reforma de la estiba, ha sido aceptada finalmente por la patronal. La ‘nueva’ Anesco acepta la subrogación de los trabajadores y los sindicatos desconvocan los paros programados para las próximas semanas.
Este jueves trabajadores y empresarios se reunían para negociar y conseguían llegar a buen puerto. Era cuestión de tiempo que llegaran a un entendimiento. La semana pasada algunas empresas llegaban a pactos individuales con los estibadores. Además la patronal Anesco sufría una fractura interna que llevaba a varias compañías a abandonar el colectivo. Mientras tanto los sindicatos se mantenían firmes en su principal reclamación: el mantenimiento de todos los puestos de trabajo.
Con la nueva patronal han conseguido llegar al fin a un acuerdo y se dan de plazo hasta septiembre para configurar el convenio colectivo. Por medio de un comunicado conjunto los sindicatos de la estiba (CETM, CGT, CCOO, UGT y CIG) señalan que “Anesco asume la garantía de la continuidad del empleo del 100% de los trabajadores de la estiba y los sindicatos ratifican los compromisos adquiridos el 29 de marzo”. Estos compromisos irían en la línea de prejubilaciones voluntarias y la reducción de los salarios más altos un 10%.
La lucha de los estibadores: huelgas del 100%
Más de cuatro meses de conflicto por la reforma legislativa que obliga a la estiba a liberalizarse y cumplir la normativa europea. El Ministerio de Fomento conseguía en mayo su aprobación en el Congreso e Íñigo Gómez de la Serna tiraba la pelota al tejado de la negociación colectiva. El Gobierno del PP se desvinculaba en este momento dejando en manos de trabajadores y empresarios una futura solución en cuanto a la creación de un nuevo convenio colectivo.
En junio arrancaban las jornadas de huelga de los estibadores ante la ausencia de un acuerdo con la patronal que no estaba dispuesta a garantizar el 100% de los puestos de trabajo, sino a estudiar cada caso individualmente. Los sindicatos no cedían y organizaban un calendario repleto de paros parciales y totales, algunos de ellos de 48 horas seguidas. El seguimiento de los trabajadores era total prácticamente en todas las convocatorias.
Un mes entero de huelgas que termina esta semana con el preacuerdo entre Anesco y sindicatos. En el camino quedan, según el Ministerio de Fomento, pérdidas de 150 millones de euros. Ahora la estiba se pone manos a la obra para crear su convenio colectivo mientras el Gobierno del PP espera la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) sobre si habrá multa o no para España por su retraso en el cumplimiento de la normativa europea. Se habla de cerca de 24 millones de euros.