Santiago Alonso | Responsable Estatal de Telemarketing de CGT.
Tras la huelga de call-center del 6 de octubre, el sector del Telemarketing anuncia futuras movilizaciones antes de la reunión con la Patronal del sector.
“Por motivos ajenos a nuestra empresa le informamos de que no podremos atenderle”. Esta es la locución que se pudo escuchar en los teléfonos de atención al cliente de muchas compañías los pasados 22 y 29 de septiembre, días de paros parciales, o el 6 de octubre, en el que se celebró la jornada de huelga en muchos call-center alrededor del Estado. A dos días de una nueva reunión con la patronal, entrevistamos a Santiago Alonso, Responsable Estatal de Telemarketing de CGT y miembro de la comisión negociadora del nuevo convenio de Telemarketing, para que nos cuente cuál es la correlación de fuerzas de cara a la negociación.
¿Por qué el sector del telemarketing aparece ahora como un brazo de lucha laboral importante?
Por los despidos en el día a día, asumidos como algo normal. Porque ir al baño se convierta en una amenaza de sanción. Por los horarios imposibles, las condiciones insalubres, los salarios de miseria, por las empresas con un 70% de mujeres sin que existan Planes de Igualdad, etc. Porque estas condiciones laborales son las de centros de trabajo con más de mil personas en muchos casos, y porque dada la juventud y la feminización de los trabajadores de este sector, nos hemos enfrentado a gente que no había hecho sindicalismo antes. Creo que todos estos factores explican porque se han dado las condiciones materiales para la creación de la coordinadora de Telemarketing. Esta lleva 15 años ya trabajando con el fin de acabar con los convenios colectivos que han ido instaurando una mayor precariedad.
¿Por qué apostar por una lucha a la ofensiva en el actual clima político y sindical?
Hace dos años y medio hicimos asambleas en todo el Estado y discutimos la creación de una plataforma a la ofensiva. Queríamos mejorar las condiciones laborales que tenemos en el sector. No se trataba sólo de parar más recortes, sino de que no nos vale el convenio actual. De ahí la consigna “Otro convenio es posible”. Muchos tenían miedo a perder los puestos de trabajo, más en el contexto de crisis de hace dos años, cuando se aprobó la plataforma. Pero a medida que nosotros pedíamos mejoras, la patronal, también muy a la ofensiva, hablaba de cambio de horarios, eliminación de las horas médicas, contención salarial, etc. En ese contexto nuestras reivindicaciones fueron cobrando fuerza. No queremos un convenio de continuidad, queremos transformar este sector y por ello hemos detallado punto por punto por qué tienes que tener un tiempo entre llamada y llamada, por qué hay que conciliar mejor los horarios con la vida familiar, etc. Otros sindicatos se han limitado más en sus peticiones, aunque todos rechazábamos las propuestas de la patronal.
¿Cómo se consigue generar conflicto y organizar a los trabajadores en un sector con jornadas parciales, contratos a través de empresas de trabajo temporal y un nivel de rotación que supera el 10%?
Es cierto que el miedo impera en los centros de trabajo. En este sector además es muy difícil llevar a cabo el sindicalismo directo que nosotros practicamos, hablando con cada trabajador. Todos ellos se encuentran sentados con los cascos en sus puestos, y si les hablas te sancionan. No es sencillo, pero la acción sindical no puede desarrollarse desde fuera de los centros de trabajo. Nosotros apostamos por repartir información de manera individual a cada trabajador y crear secciones sindicales en cada empresa. Ahora mismo en el Estado somos 80 secciones y casi 300 delegados. Si los empresarios pudiesen, nos despedirían a todos, los 300, entre los que me incluyo. Pero no lo hacen porque saben que perderían ante cualquier tribunal, que cuando se consigue hacer fuerza y mucha gente empieza a participar, se comienza a perder el miedo. La empresa puede despedir a un trabajador, pero no a 600.
¿Cuáles son vuestras principales reivindicaciones para la mesa de negociación de este jueves?
Hay dos grandes artículos en el convenio colectivo, el 17 y 18, que son nuestra prioridad ya que creemos que son los que instauran la precariedad de manera estructural y constante. En virtud del 18, cada vez que me una entidad cambia de licitación para algún servicio y contrata a otra empresa, los trabajadores son despedidos y pasan a esta última sin mantener los años de antigüedad que tenían en la anterior. El Estatuto de los Trabajadores y las directivas europeas reconocen la subrogación en casos similares, pero nuestro convenio colectivo no lo está aplicando. En cuanto al 17, el tipo de contrato más habitual en el telemarketing es el contrato por obra y servicio. Si la empresa alega que ha bajado el volumen de llamadas, mi contrato de obra termina. Nosotros defendemos que si el volumen de trabajo ha descendido, tendrás que despedirme, pero no puedes decir que mi obra ha terminado.
En tercer lugar, con el anterior convenio de 2010 a 2014 y la excusa de la crisis, perdimos un poder adquisitivo del 5%. Los sindicatos mayoritarios aceptaron no vincular el convenio al IPC la subida salarial. Sin embargo, todas las empresas han aumentado sus beneficios con el convenio anterior, mientras nosotros llevamos año y medio con una subida salarial del 0%. y trabajadoras que cobran 500 o 600 euros al mes. En esta línea, nuestra cuarta y última gran reivindicación es la jornada parcial. Con la jornada completa los trabajadores llegaban a cobrar 800 o 900 euros, pero ahora con cuatro horas se ven obligados a pluriemplearse, siempre con el miedo a perder alguno de los dos y volver a estar en la cuerda floja.
¿Por qué lanzáis vuestras convocatorias ahora con el actual clima político de desmovilización?
Nosotros llevamos 20 meses negociando el convenio colectivo en los que hemos ido comprobando que de nada sirven los cambios políticos por arriba si el movimiento no presiona e intenta cambiar la situación por abajo. Sabemos también que, desde este fin de semana, este jueves nos encontremos con una patronal más dura y envalentonada que antes con la futura de abstención del PSOE y el apoyo de este a un nuevo gobierno del PP. Los empresarios estaban esperando que la inestabilidad política se acabase en su beneficio y así ha sido. Pero con el éxito de la jornada de huelga del 6 de octubre, nosotros vamos a la reunión fuertes y convencidos de que otro convenio es posible. Ya estamos planteando un nuevo calendario de movilizaciones para noviembre y diciembre con el resto de sindicatos y en esa línea seguiremos trabajando.
¿Cómo convencerías al resto de trabajadores de que es importante que apoyen esta lucha? ¿Habéis establecido contactos con otros sectores precarios y organizados?
Evidentemente somos conscientes de que, para cambiar la última reforma laboral de 2012 y frenar todos lo que se avecina el año que viene con el ya por seguro nuevo gobierno de Rajoy, se requiere de una movilización en la calle lo más amplia posible. Nosotros partimos de lo más concreto que son nuestras condiciones laborales del día a día. Nos gustaría que el sector del telemarketing fuera un ejemplo para que la gente viese que puede conseguir avances en sus derechos. Que el telemarketing tiene que dejar de ser ese “curro” que nadie quiere.
¿Cuál ha sido vuestra postura frente al ayuntamiento de Madrid en lo referente al 010?
El 010 es el servicio de atención al ciudadano, donde puedo llamar si tengo un problema en Madrid con Bicimad, la basura, etc. El nuevo gobierno prometió remunicipalizar este servicio y frenar la pérdida de antigüedad de los trabajadores a los que afectaba el artículo 18 del convenio que he mencionado. Sin embargo, la corporación ahora dice que es imposible y que las normas establecidas por el gobierno anterior prohíben la remunicipalización, si bien se va a trabajar por la subrogación. Hay gente del ayuntamiento que cree que esto es una cuestión de voluntad política. Nosotros por nuestra parte seguiremos luchando por una reivindicación histórica como es “a igual trabajo, igual salario” y porque todos los trabajadores de los servicios públicos posean las mismas condiciones laborales.