Actualmente, la riqueza total de las 100 mayores fortunas del país alcanza los 189.250 millones de euros, un 15% más que el año pasado.
Erika González y Pedro Ramiro* // En la lista de las 100 personas más ricas en España, que acaba de publicar la edición española de la revista Forbes, figuran en los primeros puestos grandes empresarios como Amancio Ortega, fundador y máximo accionista de Inditex; Isak Andic, presidente de Mango; Juan Miguel Villar Mir, propietario de OHL; o Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola Iberian Partners. Actualmente, la riqueza total de las 100 mayores fortunas del país alcanza los 189.250 millones de euros, un 15% más que el año pasado y un 20% más que en 2013; mientras esta reducida minoría sigue acumulando grandes sumas de dinero, la cuarta parte de la población española se encuentra en riesgo de pobreza.
“Basta de complejos. No creo que por ser rico nadie deba sentirse culpable ni ocultarse. Dejémonos de prejuicios”, decía hace un par de años el director de la edición española de Forbes. Lo que ocurre es que —como se demuestra al analizar los casos de los mayores millonarios españoles— la explotación laboral, la corrupción y la evasión fiscal no son prejuicios, son las prácticas empresariales habituales en este tipo de compañías y suelen llevar asociadas las violaciones de los derechos humanos. Veamos algunos ejemplos.
Amancio Ortega, propietario del 59% del grupo Inditex (al que pertenecen marcas como Zara, Stradivarius, Bershka, Pull&Bear, Massimo Dutti y Oysho), acumula un capital de 60.900 millones de euros y encabeza el ranking de Forbes en España. Su hija, Sandra Ortega, también accionista de la compañía, se sitúa en la cuarta posición con 7.500 millones. Y es que con los negocios de esta transnacional del textil Amancio Ortega y su familia han quintuplicado su patrimonio en los últimos trece años. No pueden decir lo mismo las trabajadoras de la empresa —las mujeres representan cuatro quintas partes del personal contratado—, ya que ganan un promedio de 21.763 euros anuales, 366 veces menos que el sueldo del presidente de la corporación, Pablo Isla. Y mucho menos las empleadas de las fábricas textiles que producen prendas para Inditex en Marruecos, que sufren jornadas interminables a cambio de muy bajos salarios; esta multinacional ha sido denunciada por subcontratar a suministradores de ropa que utilizan mano de obra esclava en India y Brasil.
La familia de Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, es la mayor accionista de esta gran constructora, lo que les ha llevado a tener un patrimonio de 8.600 millones de euros. La familia del Pino, sin embargo, ha tenido que pagar 200 millones de euros a Hacienda por todos los años que no ha tributado en España; de esta manera, ha evitado la acusación de delito fiscal por trasladar los dividendos de su grupo empresarial a sociedades holandesas. Y además de usar la evasión fiscal como mecanismo para seguir aumentando sus ganancias, ha recurrido también al pago de comisiones; como en el caso Palau, en el que se ha demostrado que realizó “donaciones” a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) para garantizarse la adjudicación de diferentes contratos de obras públicas.
Juan Roig, propietario de Mercadona, posee una fortuna valorada en 7.500 millones gracias a los ingresos que le proporciona el crecimiento de la compañía minorista. Eso sí, su cuenta de resultados tiene como contrapartida la violación de los derechos laborales, el despido disciplinario para ahorrarse los costes de indemnización y los impactos en la salud de trabajadoras y trabajadores. Los sindicatos han denunciado la existencia de métodos de presión para evitar las bajas médicas como la amenaza de despido. Incluso llegan a imponer criterios en las mutuas para evitar estas bajas: una empleada de Zaragoza aseguró a La Marea que un médico de la mutua llegó mostrarle que tenían órdenes de “No dar la baja a trabajadores de Mercadona”.
Isak Andic, dueño de Mango, ocupa el quinto puesto con 4.500 millones de euros. Al igual que Inditex, esta transnacional se ha especializado en la reducción de costes acudiendo a proveedores que mantienen a las empleadas en pésimas condiciones laborales. Así ocurre en Bangladesh, donde se niega el derecho a sindicarse, no se respetan las bajas por maternidad ni las horas extras y no existe la prevención de riesgos laborales; el derrumbe en abril de 2013 del edificio Rana Plaza, que albergaba una de las fábricas que suministraba ropa a Mango, dejó un saldo de más de 1.100 víctimas mortales y otras 2.500 heridas. Y hasta ahora, ni la multinacional ni sus directivos han tenido que asumir ninguna responsabilidad por esta tragedia.
Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola Iberian Partners, tiene un capital de 3.700 millones. Esta empresaria promovió la fusión de las diferentes compañías embotelladores de Coca-Cola en España, con el argumento de la eficiencia y competitividad, y se dispuso a cerrar cuatro plantas de la empresa a pesar de que daban beneficios. El conflicto laboral se intensificó cuando se vulneró el derecho a la huelga de los empleados afectados por un expediente de regulación de empleo (ERE), pero la resistencia de las organizaciones sindicales y de los trabajadores de @cocacolaenlucha ha dado como resultado la declaración de nulidad del ERE por la Audiencia Nacional —sentencia ratificada por el Tribunal Supremo—, así que la empresa deberá readmitir a las personas despedidas.
Francisco y Jon Riberas Mera, en el séptimo lugar de la lista Forbes, acumulan un patrimonio de 3.200 millones y son accionistas de la Corporación Gestamp. Esta empresa, que es el primer fabricante de componentes para automóviles en España, tiene en su curriculum oculto la complicidad en la firma de cuentas maquilladas para la salida a Bolsa de Bankia: este grupo empresarial ayudó a Rodrigo Rato en la operación invirtiendo 58 millones; la contrapartida, que en el caso de una mala evolución de los mercados Gestamp podía quedarse con el 5% de una subsidiaria de Bankia a un precio bajo.
Juan Miguel Villar Mir, presidente de la constructora OHL, posee un patrimonio que asciende a 2.700 millones de euros. Esta empresa ha ido creciendo a medida que iba consiguiendo contratos de obra pública en diferentes países —en España, es una de las principales donantes que figuran en “los papeles de Bárcenas”—, con una expansión no exenta de polémica. Como en México, donde este año se destapó un caso de irregularidades de la filial mexicana de OHL en la construcción de un tramo de la autopista local Viaducto Bicentenario: las prácticas identificadas iban desde triplicar el coste de la construcción con respecto al precio inicial hasta cobrar fases del proyecto que no se iban a construir. Y también se descubrieron sobornos a magistrados para obtener resoluciones a favor de la concesión de la obra Circuito Exterior Mexiquense.
Víctor Grifols, con una fortuna valorada en 2.600 millones, preside la empresa que lleva su nombre, una compañía del sector farmacéutico y hospitalario que está en pleno crecimiento. De hecho, Grifols, para seguir incrementando sus beneficios, acaba de trasladar tres cuartas partes de su negocio a Irlanda, ya que ese país ofrece una fiscalidad muy ventajosa para las multinacionales. Entre los departamentos trasladados a la isla figura la tesorería a nivel global, que operará en colaboración con el banco HSBC —uno de los bancos que habitualmente operan en Suiza y se amparan en el “secreto bancario” para evadir impuestos, como ha demostrado la lista Falciani—.
* Erika González y Pedro Ramiro, del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad.