Klara es una frecuencia sin ataduras comerciales ni políticas que da voz a quienes no encuentran su espacio en los medios
de comunicación convencionales. Aquí prima la soberanía del emisor y la independencia del mensaje. Fuertemente ligada a
los movimientos sociales desde 1982, esta emisora celebra que ha superado las desavenencias con las autoridades y las
dificultades económicas hasta llegar al presente, cuando puede presumir de ser la única radio libre legal de España. 360
Grados Press ha recorrido su historia de la mano de Manolo Gallego, uno de sus socios fundadores.
Radio Klara. Corría el 26 de marzo de 1982, los recursos eran escasos, pero las aspiraciones arrolladoras. “Recién habíamos
conseguido traer un equipo emisor desde Madrid. Era autoconstruido. Entonces no había un circuito comercial que vendiera
emisoras de frecuencia modulada o, si lo había, lo desconocíamos. Recuerdo que emitimos desde la cocina de mi casa en
Moncada. Subimos el cable a la terraza del edificio y comenzamos. Vigilábamos por la ventana, porque creíamos que nos iban a
coger en ese mismo instante. Mientras unos miraban, otros hablábamos o poníamos música”, rememora este socio fundador de la
emisora.
Hospital de Valencia. La filosofía sigue invariable, libre y libertaria, pero ya no es necesario estar alerta: los peores
tiempos pasaron lentos, pero pasaron finalmente. “La legalización tardó muchos años. Previamente hubo mucha represión sobre
la radio, incluso se cerró en tres ocasiones. Pero las autoridades vieron que el cierre no era posible porque la reabríamos
siempre, así que mantuvimos conversaciones con el Gobierno de entonces, presidido por Joan Lerma. Al final nos ofrecieron la
posibilidad de que se legalizara. Sacaron a concurso tres emisoras de carácter cultural, una por provincia, y la de
Valencia fue para Radio Klara”, relata Manolo.
Así, es gracias a dicha perseverancia que esta emisora disfruta actualmente de una condición atípica y
exclusiva en todo el Estado español: ser la única libre y legal del país. “La ventaja de ser legal es que te permite
dirigir todas tus energías a comunicar en el medio, teniendo la seguridad de que vas a perdurar y que puedes invertir en
infraestructuras para dar más calidad a la emisión. Cuando estás de una manera ilegal muchas de las energías están
pendientes de si te cierran o te interfieren en la emisión”, explica Manolo. Sin duda, este histórico logro ha sido
fundamental en la existencia de Radio Klara, reportándole, asimismo, la condición de referente. En palabras de su socio
fundador: “En general, tenemos cierto reconocimiento dentro del movimiento de radios libres, aquí y en el ámbito
internacional”.
interpretado por los movimientos sociales, razón de ser de la emisora. “En 1982 observamos que las propuestas de los grupos
en los que militábamos no tenían espacio en los medios de comunicación comerciales privados o públicos. Por eso pensamos
que teníamos que montar un medio propio”, matiza Manolo. La vida ha dado muchas vueltas desde entonces. Y Radio Klara
también: “Los cambios en estos treinta años han ido parejos a los movimientos sociales que ha habido en Valencia. En
aquellos años eran más el movimiento ecologista por Cofrentes o el antimilitarismo por la objeción de conciencia. Ahora,
por ejemplo, está el 15M”, cuenta su fundador.
Sin
embargo, por mucho que el mundo gire, hay quienes permanecen fieles a sus inicios. “Muchos hemos envejecido aquí y muchos
oyentes nos conocen desde siempre”, apunta Manolo. Un claro ejemplo de ello es el programa ‘Klartelera’, el cual se emite
desde hace 29 años sin variación alguna: mismo nombre, misma temática, mismo locutor. Así, como bien afirma Manolo, podría
decirse que es “el emblema de la supervivencia”.
conforme a unos principios, sigue siendo el objetivo de esta emisora. “Queremos cumplir treinta años más y continuar.
Queremos seguir acompañando a los movimientos sociales, sindicales y políticos, y a las asociaciones y colectivos de todo
tipo que no tengan acceso a los medios de comunicación estándar y que quieran utilizar un medio con total libertad”,
confiesa su fundador. Parece, pues, que el único condicionante para lograrlo es que haya gente dispuesta a comunicar,
porque la familia Radio Klara está segura de mantener su frecuencia. Sin ataduras, por supuesto.