Sants colocará el 24 de julio una placa en homenaje al histórico líder de la CNT en la desafortunada plaza que lleva su nombre.
El anarcosindicalista fusilado por el régimen franquista es además un referente para la memoria cooperativa del barrio.
El 24 de julio de 1942 Joan Peiró fue fusilado por el régimen franquista junto a otros seis miembros de la CNT en Paterna. El lunes de la semana que viene, día en el que se cumplirán 75 años de aquel episodio negro, Sants, el barrio donde nació, le rendirá homenaje con la colocación -al fin- de una placa conmemorativa en la (desafortunada) plaza que lleva su nombre, frente a la estación central de la ciudad.
Otro 24 de julio, esta vez de 1989, dos años después del ‘bautizo’ de la plaza, el cronista barcelonés Josep Maria Huertas escribía en este diario un artículo titulado ‘Plazas mudas para Karl Marx y Joan Peiró’. En él criticaba que ni una sola placa señalara «la realidad de los ‘bautizos'» de ambas plazas, lugares que el periodista definió como «casi desnudos, sin casas, acaso con la intención de no molestar al vecindario con nombres tan significados«. El enclave que lleva el nombre del que fuera secretario nacional del sindicato anarquista -que 28 años después es, si cabe, más desolador-, reparará en algunos días lo que Huertas calificaba en el mismo artículo como «un absurdo acuerdo tomado en alguna reunión municipal que no tiene, para la ciudadanía, significación alguna» (ponerle su nombre a una plaza sin alma y sin explicar qué hay detrás de ese nombre).
A partir de este 24 de julio en la plaza se explicitará quién fue aquel anarcosindicalista que el día después de dejar el ministerio tras la crisis de mayo del 37 volvió al horno de la fábrica cooperativa de vidrio de Mataró. Peiró destacó siempre por su reivindicación del papel revolucionario de las cooperativas, según destaca en su biografía Miguel Garau.
La lucha por la recuperación de la memoria de uno de los más ilustres vecinos de Sants no es nueva. Además de proponerle para dar nombre una de las puertas internacionales de entrada a la ciudad, hacia el 2008, cuando desde ‘La Ciutat Invisible’ se reivindicó la memoria cooperativa de Sants, la búsqueda de referentes colocó en un lugar privilegiado a Peiró, quien aprendió a leer a los 22 años aprovechando su estancia en el cárcel, y llegó a ser director de diario y ministro. «El nombre de la plaza se decidió en una consulta en 1987. Eran años en los que el Ateneu Llibertari de Sants tenía mucha fuerza», apunta el historiador del barrio Agustí Giralt.
JORNADA DE 40 HORAS
Nacido en 1887, Peiró empezó a trabajar a los ocho años de vidriero, y a los 20 se casó con Mercè Olives, obrera de La Espanya Industrial, otro icono del barrio.
Más allá de ser su lugar de nacimiento, Giralt señala varios capítulos que vinculan la vida de Peiró a este espacio de Barcelona. Fue en Sants donde se celebró el Primer Congreso de la Confederación Regional del Trabajo, un 28 de junio de 1918, conocido popularmente como el Congreso de Sants, antesala de la Huelga de la Canadiense, que acabó con la implantación de la jornada de 40 horas. Pocos años más tarde, en 1922, Peiró volvió al barrio para participar en la Escuela Racionalista donde, al salir de un debate, mientras cruzaba las vías del tren, se escapó de la emboscada que le tenía preparada un grupo de pistoleros.
Fuente: elperiodico.com