Hace décadas que la mayoría de la sociedad ha dejado de asociar la palabra SINDICATO a conceptos como «fuerza colectiva» o «herramienta para una vida digna» y ha dado la espalda a toda forma de organizarse por los derechos laborales y sociales. Este hecho no es casual: los medios de comunicación de masas y gobiernos han hecho lo posible para aplastar, silenciar, marginar, señalar y desprestigiar al sindicalismo, acompañando así la ofensiva neoliberal de las últimas décadas. La complicidad de los sindicatos de concertación, de la paz social, no ha ayudado a ello; y es a éstos a los que los medios de comunicación de masas (y de rebote, gran parte de la población) asocian la palabra sindicato.
Mientras nos silenciaban, hemos visto asociar el sindicalismo con quienes han priorizado el camino del diálogo con patronales y gobiernos al de la lucha obrera, aquellos que se han acomodado a la subvención a cambio de la protesta que no molesta, a cambio de la paz social. Hemos visto cómo se normalizaban la ultraderecha y sus discursos de odio contra colectivos minorizados, como medio de dividir a la clase obrera para intensificar el atropello de nuestros derechos.
Nosotros, la CGT, hemos seguido, seguimos y seguiremos el camino de la lucha, de la organización libre de las trabajadoras, de la construcción de una fuerza autónoma de todo poder político, económico o mediático. Constituyéndonos así como una organización independiente, de clase, que no tiene las manos atadas a nada ni a nadie para defenderse de la precariedad y los abusos de las patronales y administraciones.
Y así lo demuestran los datos, porque pese a ser menores que los dos «sindicatos mayoritarios», desde el 2015 somos quienes más huelgas convoca, y desde el 2018 los que más seguimiento tienen a nivel estatal. Por eso hacemos un llamamiento a fortalecer la lucha: sabemos que la presión, las huelgas y los piquetes son las herramientas que funcionan. Y debemos trabajar para acercar estas herramientas de lucha a cada día más trabajadoras. Debemos trabajar para construir un sindicalismo fuerte e insumiso que avance allá donde tenga oportunidad. Empresa en empresa, negociando convenios al alza, sector a sector, convenio a convenio, acumulando fuerza y victorias. Hasta poder superar esta fase defensiva e ir a pelear cambios que mejoren la vida de todas las trabajadoras.
Por eso hacemos un llamamiento a toda la organización a trabajar codo con codo dejando de lado las diferencias. Hacemos un llamamiento a todas las afiliadas a activarse y participar activamente en el sindicato, un llamamiento especial a las mujeres ya la juventud a que den un paso adelante, un llamamiento a insistir y persistir en la lucha. Pero también un llamamiento a toda la clase trabajadora a unirse al sindicalismo real, útil, honrado, digno y rebelde. Un llamamiento a todas las trabajadoras de nuestra tierra a recuperar la palabra sindicado.
Afiliate a la CGT, defiende tus derechos en el tajo y en la calle.