En la década de los 50 el escritor William Burroughs había percibido la utilización de la guerra de las drogas para crear una sociedad de control, un Estado policial. En este mismo sentido Noam Chomsky afirmaba que “La guerra contra las drogas es una ficción narrada para controlar a la sociedad”… «Las drogas son un instrumento de EE.UU. para criminalizar a los pobres» refiriéndose especialmente a la población negra y latina.
En el estado español la aplicación de la “guerra contra las drogas” gubernativa, no solo ha sido un auténtico fracaso, sino que ha destinado millones de euros a potenciar una maquinaria represiva que solo persigue castigar y no solucionar los problemas de raíz.
La criminalización conlleva el encierro de miles de personas, la mayoría de orígenes humildes y de la clase trabajadora, hacinados en cárceles. Sin olvidar la doble moral que conlleva la ambigüedad de drogas legales y otras ilegales. Por suerte a día de hoy los movimientos antiprohibicionistas y especialmente los pro Cannabicos han demostrado estar a pie del cañón, el pasado 7 de mayo se realizó una manifestación como Marcha Mundial de la Marihuana en Madrid, bajo la consigna “Siembra el cambio, por una Regulación Responsable”. Meses antes se organizó el primer Encuentro de Mujeres Cannabicas que dio lugar a la creación de REMA (Red Estatal de Mujeres Antiprohibicionistas). Estas organizaciones junto con la Plataforma Regulación Responsable (Iniciativa por la Regulación del Cannabis) han sido las que, entre otras, han agitado el debate político.
De la piel para dentro mando yo
Para REMA, el movimiento cannábico en el estado español empezó a gestarse a comienzos de los años 90 cuando se organizaron las primeras protestas contra la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana 1/1992, la conocida como ‘Ley Corcuera’. Esta oleada de protestas consistió en ‘fumadas populares’ organizadas delante de los ayuntamientos. Después de treinta años, la agenda del movimiento cannábico ha crecido exponencialmente, consiguiendo una gran visibilidad tanto dentro del Estado como a nivel internacional.
El debate dentro del movimiento cannábico, no es uniforme, hay quienes hablan de Legalización, Regulación o Despenalización. Aunque hay un sentimiento mayoritario por las dos últimas. Más allá del debate, hay unos valores colectivos que pueden unir la causa cannabica y Antiprohibicionista con otras causas y movimientos sociales:
Ecologismo: Defensa de todos los usos de la planta, y por extensión la defensa de la tierra.
Auto organización: Derecho a cultivos colectivos y el asociacionismo contra la prohibición del estado.
Derechos Humanos: El derecho al acceso medicinal del cannabis para personas enfermas, incluyendo también el consumo lúdico libre, en contraposición de la criminalización por parte del estado en la sociedad.
Bajo algunas de estas ideas se organizó el pasado 9 de Junio, una charla debate con el abogado Carlos Monty sobre “La Marihuana y las luchas sociales en el Siglo XXI” en la Biblioteca libertaria de la CGT en Valencia.
Para este abogado y activista pro Derechos Humanos “el activismo cannábico está más fuerte que nunca, pero la regulación legal puede acabar siendo una trampa”.
“Que estamos acercándonos a un momento histórico, a un punto de no retorno en cuanto a su esperada regulación responsable que dignifique a los ojos de la sociedad a cultivadores y consumidores, mientras una considerable industria ha ido creciendo paralegalmente en los últimos años en todo el Estado”
“Sea como fuere, la revolución cultural verde está en marcha irremisiblemente. Bueno será no olvidar, porque los ancestros consideraron desde siempre al cáñamo como una planta sagrada. Algo debían saber que a nosotros, en general, se nos escapa…” Afirma Carlos Monty en un reciente artículo sobre la actualidad de la Marihuana en el periódico Diagonal.
Dichas causas anti prohibicionistas y especialmente la de la defensa del cannabis, son una lucha más, junto a otras como las LGTB, feminismo, derechos de los animales, etc. Que debemos tener presente, ya que más allá de la emancipación de la clase trabajadora se encuentra también la emancipación y liberación del género Humano.