El 14,4% asegura que no podía dejar de
asistir al trabajo por obligación y el 4,5 % por miedo al despido. Además, el 22,6% no secundó el paro porque no podía o
no quería perder dinero. Sólo el 2,5% quiso ir a trabajar y no pudo.
Tras la guerra de datos mantenida entre Gobierno, empresas y sindicatos sobre el seguimiento de la pasada
convocatoria de huelga general del 14 de noviembre , según la el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas
(CIS) fueron un 21,4% de las personas las que secundaron el paro y un 57,6% los que
afirman que acudieron a su puesto de tarbajo. Además, un 11,6% dice que ese día no fue a trabajar porque estaba de
vacaciones, día libre o enfermedad.
La razón más extendida que esgrimen los que fueron a trabajar, el
22,6%, es que no podían o querían perder dinero. Por otro lado, un 14,4% asegura que no podía dejar de asistir al
centro de trabajo por obligación y el 4,5 % por miedo al despido, el 3,7 % porque estaba incluido en servicios mínimos.
Así, cerca de un 20% fue presionado para asistir a su puesto o acudió por miedo.
Según los datos del barómetro, el número de personas que querían secundar el paro y no pudieron es
el doble que los que no llegaron al puesto de trabajo por los piquetes . Un 4,9% y 2,5% respectivamente.
Mientras, la principal razón de los
que secundaron el paro, o querían hacerlo y no pudieron, fue la oposición a las políticas de
recorte del ejecutivo de Rajoy, así lo afirma el 22,2% de los encuestados.
Además, el 16,7 % lo hizo porque estaba de
acuerdo con ella, el 14,7 % porque la situación estaba muy mal y había que intentar solucionarla y el 13,9 % para protestar
contra el Ejecutivo.