Los antidisturbios intervienen de forma indiscriminada. Hay al
menos 21 detenidos, entre ellos cinco menores. Cientos de personas protestaban en una marcha, que partía del Instituto
Lluís Vives, contra los recortes y la actuación policial de la semana pasada.
La Policía ha vuelto a hacer uso de
la fuerza para dispersar una manifestación estudiantil en Valencia (ver
fotogalería). Los agentes antidisturbios no han dudado en utilizar las porras y
golpear a los manifestantes, informa Belén Toledo. Al menos hay 21 detenidos, entre
ellos cinco menores de edad, y otros cinco heridos.
La concentración, convocada a través de las redes sociales,
partía del Instituto de Secundaria Lluís Vives hacia las dos y media de la tarde. La marcha protestaba por los recortes en
educación y la actuación policial de la
semana pasada contra los estudiantes del centro, que finalizó con 17 detenidos y varios
heridos, alguno de ellos con lesiones muy aparatosas.
A las tres de la tarde, la policía, que ha desplegado hasta
25 furgones, dispersaba por la fuerza la manifestación, que se había iniciado de manera pacífica, y los estudiantes
empezaron a dispersarse por diferentes calles. Durante horas la situación en el centro de Valencia era la de antidisturbios
que intervenían de forma indiscriminada al tiempo que los jóvenes intentaban volver a
concentrarse y salían corriendo para evitar los porrazos, informa Belén Toledo.
Poco antes, los manifestantes habían cortado el tráfico al grito de «los ladrones a prisión y el dinero a
educación» en la céntrica calle de Xàtiva, frente a la estación del Norte y a pocos metros de la plaza del
Ayuntamiento. En todo momento han estado bajo la vigilancia de la Policía mientras los vecinos y viandantes jaleaban a los
jóvenes y criticaban la actuación policial por cargar contra «niños».
Pasadas
las 20.30 horas, un gran número de personas volvía a congregarse junto al Lluís Vives reanudándose los enfrentamientos con
la Policía. Esta vez, entre los manifestantes ya no había solamente estudiantes. Padres, políticos y numerosos ciudadanos se han unido a la
protesta mientras graban con sus móviles las constantes cargas de los antidisturbios.