Convocadas bajo el lema ‘Viure be sense nuclears’ (’Vivir bien sin nucleares’) cerca de 10.000 personas, según
los organizadores, han participado este sábado en la marcha convocada por la plataforma Tanquem Cofrents por el centro de
Valencia para mostrar el descontento de la sociedad valenciana ante la prorrogación de la licencia de actividad a la central
de Cofrentes (Valencia), así como la oposición a la candidatura de Zarra a albergar el Almacén Temporal de Residuos (ATC).
La marcha, que ha partido
desde la plaza de San Agustín hasta la calle de Colón, donde se encuentra la Delegación del Gobierno en la Comunitat
Valenciana, con la participación de varios centenares de personas, ha estado encabezada por vecinos de Ayora y de Zarra
contrarios a la instalación del ATC.
Tres bidones simulando contener residuos nucleares encabezaban la manifestación, en
la que han participado entidades como Acció Ecologista-Agró, Greenpeace, Esquerra Unida, Intersindical Valenciana y CGT,
entre otras entidades.
Durante la marcha se han exhibido pancartas y carteles como ‘Tanquem Cofrents’, ‘Nuclears?
no, gràcies’ (’¿Nucleares? no, gracias’) o ‘No cementerio nuclear’ y se ha repetido la consigna ‘no volem nuclears’ (’no
queremos nucleares’).
Natxo Serra, miembro de la plataforma, ha señalado en declaraciones a los medios que en los
últimos años la central de Cofrentes ha tenido 103 incidentes de segurudad, 25 paradas no programadas y seis prealertas de
emergencia y que su reactor de agua por ebullición es “el mismo modelo” que el de la accidentada central nuclear de
Fukushima.
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Así mismo, ha denunciado que sea el Consejo de
Seguridad Nuclear (CSN) quien tenga que realizar las pruebas de estrés a la central. “Creemos que debería ser un organismo
independiente y no un organismo que está tan ligado al lobby nuclear”, ha dicho.
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http://www.youtube.com/watch?v=vLmtDUBMv_Q]
Por su parte, José Juan Sanchis, portavoz de Tanquem Cofrents, ha explicado
el rechazo de la plataforma al almacén de residuos que la localidad valenciana de Zarra podría albergar. “Forman parte de la
misma industria. Ahora mismo los residuos están en las centrales almacenados en piscinas. Todo lo que sea sacarlos y hacer
sitio facilita que sigan funcionando las centrales”, ha aseverado.
“Estos residuos van a durar centenares de miles
de años y va a costar mucho dinero gestionarlos, y por lo tanto no vamos a permitir que se saquen de las centrales nucleares
hasta que haya un calendario urgente del cierre”, ha declarado.
Según ha el miembro de la plataforma y portavoz de
Ecologistes en Acció, Luis Cerrillo, la manifestación ha contado con la adhesión de 28 asociaciones sociales, vecinales,
sindicales, políticas y culturales de la Comunitat.
APOYO A JAPÓN
Cerrillo ha señalado entre los
objetivos de la marcha la muestra de solidaridad del pueblo valenciano hacia los afectados por el tsunami y posterior alerta
nuclear en el nordeste de Japón, en la región de Fukushima, un incidente que, a su juicio, ha vuelto a poner de manifiesto
“los riesgos asociados a la energía nuclear”.
“Hoy día hay un gran movimiento mundial de ciudadanos que combaten
la energía nuclear y que piden que los criterios de seguridad primen sobre los beneficios privados de las gestoras y nosotros
también estamos ahí, no somos ajenos a ese movimiento”, ha señalado el portavoz, quien ha subrayado que “no hay que olvidar
que Valencia y su área metropolitana, con su millón y medio de habitantes, está a 50 kilómetros de una central nuclear que
fue diseñada para 25 años y ya ha cumplido 27″.
Cerrillo ha subrayado que la sociedad se enfrenta ahora a un
“momento decisivo” en el diseño energético del futuro en el que hay que “apostar por las energías renovables y por dejar un
mundo mejor a nuestros hijos”.
Por esta razón, ha señalado que desde la plataforma continúan esperanzados en esta
“lucha contra los lobbys nucleares” para evitar que los ecosistemas autóctonos se vean amenazados irreversiblemente.
Por su parte Greenpeace, organización participante en la marcha, ha insistido en que el objetivo de esta manifestación ha
sido el de reclamar al Gobierno central el cierre inmediato de la central nuclear de Cofrentes en Valencia, así como el de
Garoña, en Burgos.
Según la organización ecologista, la central nuclear valenciana ha acumulado en lo que va de
año tres sucesos de seguridad notificables, de acuerdo a los datos del Consejo de Seguridad (CSN), lo que confirma “su mal
funcionamiento y su pésima cultura de seguridad, ya denunciada en el pasado por organismos internacionales como la Asociación
Mundial de Operadores Nucleares, WANO”.
Ha detallado que los tres últimos sucesos se han debido a un error humano
durante la realización de una prueba de instrumentación de detección de radiación de Sala de Control, un fallo en la apertura
de una válvula situada en la línea de recirculación del sistema de aspersión del núcleo a alta presión y un fallo en un
monitor de radiación de la Sala de Control, que provocó el cierre de dos válvulas de aislamiento y el arranque automático de
uno de los sistemas de filtración de emergencia de la Sala de Control.